Condenan muerte de oficial en Venezuela
Opositores al gobierno venezolano, encabezados por las autoridades de EU y Colombia, denuncian que el capitán Rafael Acosta murió por la tortura que recibió tras ser detenido por conspirar contra Maduro
Los gobiernos de Colombia y Estados Unidos (EU) condenaron la muerte del capitán venezolano Rafael AcostaArévalo, quien se encontraba bajo custodia tras ser detenido por su supuesto vínculo con un complot para derrocar y asesinar al presidente Nicolás Maduro, previsto para el 23 y 24 de junio pasado.
El presidente colombiano, Iván Duque, indicó que la muerte “fue provocada por torturas en su detención, por cuenta del régimen de Nicolás Maduro. El mundo debe ponerle fin a esa dictadura”.
El oficial naval murió poco después de comparecer ante un tribunal militar de Caracas.
Por su parte, Kimberly Breier, la principal diplomática de EU para las Américas, expresó que la muerte del oficial de la armada venezolana muestra que nadie está a salvo en el país sudamericano.
“La dictadura es tan despiadada contra los uniformados como lo son contra los civiles. Nadie está a salvo mientras la dictadura criminal continúe en Miraflores y los servicios de seguridad actúen con impunidad”, apuntó Breier.
Acosta Arévalo, quien fue detenido el 21 de junio por fuerzas de seguridad, fue presentado el viernes en el tribunal militar tercero de control en un deplorable estado de salud, afirmó el activista Alonso Medina Roa, miembro del equipo de defensa del militar.
Medina Roa, citando a un testigo de quien no quiso difundir su identidad para protegerlo, indicó que su cliente fue llevado al tribunal en una silla de ruedas porque no podía sostenerse en pie debido a los intensos dolores, con el cuerpo repleto de escoriaciones, las uñas con restos de sangre y los ojos morados. Debido a la delicada condición de salud del oficial el juez ordenó trasladarlo a un pequeño hospital del Fuerte Tiuna, la mayor instalación militar del país, donde falleció horas después.
La muerte del capitán desató una intensa polémica en Venezuela y numerosas reacciones de gobiernos de la región, activistas y opositores al régimen chavista.