Comienza la investigación sobre el presunto ataque químico en Siria
La organización asegura que harán una investigación profesional, objetiva, imparcial y lejos de cualquier presión
Los investigadores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) comienzan a investigar este domingo el presunto ataque químico cerca de Damasco que motivó unos bombardeos occidentales sin precedentes contra el régimen sirio.
Un equipo de expertos de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), con sede en La Haya, llegó a Damasco unas horas después de los bombardeos con el objetivo de indagar sobre lo ocurrido el 7 de abril en Duma, al este de la capital.
Las potencias occidentales sostienen que hubo un ataque en el que se emplearon cloro y gas sarín y mató a decenas de personas.
"La misión de investigación llegó ayer [sábado] a Damasco y se prevé que hoy vaya a Duma para iniciar su trabajo" indicó el viceministro sirio de Exteriores, Ayman Susan.
"Dejaremos al equipo que haga su trabajo de forma profesional, objetiva, imparcial, y lejos de cualquier presión", dijo el viceministro. "Los resultados de la investigación revelarán las alegaciones mentirosas", añadió.
Misiles estadounidenses, franceses y británicos destruyeron la madrugada del sábado sitios sospechosos de almacenar y desarrollar armas químicas, pero los edificios estaban en gran parte vacío y el trío occidental mostró sus intenciones de volver a la diplomacia.
La propia OPAQ había declarado que las reservas de armas químicas del gobierno sirio se habían retirado en 2014, aunque luego confirmaron que en el ataque de 2017 en Jan Sheijun se había empleado gas sarín.
Investigación complicada
Los inspectores de la OPAQ tienen por delante una ardua tarea, ya que todos los actores importantes anticiparon sus resultados. Las potencias occidentales justificaron sus ataques afirmando que ya disponían de pruebas del uso de armas químicas.
El equipo de la OPAQ también tendrá que lidiar con el riesgo de que se hayan podido eliminar pruebas del lugar, situado en una zona que la semana pasada estuvo controlada por la policía militar rusa y las fuerzas sirias.
"Siempre hay que tener en cuenta esa posibilidad y los investigadores buscarán pruebas que muestren si el lugar del incidente fue alterado", señaló Ralf Trapp, consultor y miembro de una misión anterior de la OPAQ a Siria.
GC