Internacional

China: El Partido Comunista respalda a Xi Jinping

El presidente chino se prepara para ser reelecto y comenzar un tercer mandado al frente del país  

El Partido Comunista chino respaldó ayer “el rol central” del presidente Xi Jinping, en el cierre de un congreso de siete días que debe desembocar en su reelección para un inédito tercer mandato al frente de la organización y del país.

Los cerca de 97 millones de miembros del partido deberán “defender el rol central del camarada Xi Jinping en el seno del Comité Central del Partido y del Partido en su conjunto” según una resolución adoptada de forma unánime, poco antes del cierre de su congreso en Pekín.

“Atrévanse a luchar, atrévanse a ganar, agachen la cabeza y trabajen duro, estén determinados a seguir avanzando”, lanzó con aire triunfal Xi a los casi dos mil 300 delegados reunidos en el Gran Salón del Pueblo de la capital china.

Hoy, Xi Jinping debe ser reelegido como secretario general del PCC después de la primera reunión del renovado Comité Central.

Este nombramiento será el preludio de un inédito tercer mandato para Xi como presidente chino durante la reunión anual de la Asamblea Popular Nacional el próximo marzo.

El 20º Congreso Nacional del Partido Comunista de China, desde su creación en 1921, se llevó a cabo en un momento delicado para el gigante asiático, enfrentado a una desaceleración económica por los repetidos confinamientos antiCOVID y las tensiones diplomáticas con Occidente.

Durante una semana, casi dos mil 300 delegados elegidos entre las distintas instancias de la organización se reunieron a puerta cerrada en Pekín para remodelar la cúpula del poder del partido, y en consecuencia del país, y decidir la orientación de las futuras políticas.

Los delegados eligieron a los alrededor de 200 miembros del nuevo Comité Central, una especie de parlamento interno del partido, cuya nueva composición fue publicada por la agencia oficial Xinhua.

Entre los altos responsables que no continuarán en su cargo está el primer ministro Li Keqiang.

El número tres chino Li Zhanshu, el viceprimer ministro Han Zheng y Wang Yang, el presidente de la Conferencia Consultiva Política del pueblo -una asamblea sin poder de decisión- también se despiden de sus funciones.

Según cálculos de la agencia AFP, el nuevo Comité Central fue remodelado en un 65% con respecto al anterior de 2017.

Terminó el Congreso del Partido Comunista y hoy deben elegir al secretario general de China. XINHUA/S. Hong

CAMBIARÁN AL BURÓ POLÍTICO

Profunda remodelación del Partido Comunista 

El congreso debe conducir a una profunda remodelación del Comité Permanente del Buró Político, un órgano actualmente de siete miembros que supone la máxima instancia del poder en China. Su composición se conocerá también hoy.

De acuerdo con la costumbre, los integrantes del Comité Permanente se anunciarán por orden de importancia, con el primer lugar reservado al secretario general.

El segundo o el tercero debería convertirse en el sucesor de Li Keqiang en marzo.

Para el cargo suenan nombres como Hu Chunhua, el viceprimer ministro, o Li Qiang, jefe del partido en Shanghái, pese a la caótica gestión del largo confinamiento por un brote de COVID meses atrás.

El nuevo Comité Permanente estará compuesto “mayoritariamente de personalidades leales a Xi Jinping”, augura Nis Grünberg, analista del Instituto Mercator de Estudios Chinos en Berlín.

Numerosos sinólogos opinan que del congreso no emergerá ningún sucesor potencial de Xi Jinping.

La estrategia “cero COVID” debe también continuar a pesar de las negativas consecuencias económicas y el creciente hastío de la población ante los confinamientos y las restricciones.

El congreso acordó ayer por otra parte “incluir en la constitución del Partido (...) su resuelta oposición y la disuasión a los separatistas que buscan la ‘independencia de Taiwán’”.

Lejos de la diplomacia prudente de sus predecesores, Xi mantendrá la firme postura de China en la escena internacional, incluso a costa de incrementar la tensión con Estados Unidos, en particular sobre Taiwán.

SEGUNDA POTENCIA

Se fortalece

Desde su llegada al poder a finales de 2012, Xi ha ido acumulando poder en la segunda potencia mundial y ha fortalecido la autoridad del régimen.

Jefe del partido, jefe de Estado, jefe del ejército: el dirigente abogó por una continuidad política durante un discurso de tono triunfal en la apertura del Congreso.

CLAVES

Fin a la “transición” en el sistema de Gobierno

División. En una escena poco habitual en estos cónclaves tan coreografiados, el antiguo presidente Hu Jintao (2003-2013) salió escoltado del Gran Salón del Pueblo antes del cierre, constataron periodistas.

Dudas. Visiblemente en contra de su voluntad, el hombre de 79 años fue invitado por asistentes del partido a dejar su lugar en primera fila junto a Xi Jinping. La escena no fue explicada ni recogida de inmediato por los medios estatales.

Vitalicio. Para mantenerse en el poder, Xi hizo suprimir en 2018 el límite constitucional de dos mandatos y, a sus 69 años, puede en teoría presidir de por vida la República Popular.

Cambio. “Este tercer mandato pondrá fin a tres décadas de transición (supervisada) del poder” en China, dice Neil Thomas, analista de la consultora de riesgo político Eurasia Group.

Presidente. Analistas y medios especulan sobre la voluntad de Xi de rebautizar su cargo a “presidente del partido”, el título que tenía el fundador de la China comunista, Mao Zedong (1949-1976).

Los primeros ministros de Japón y Australia, Fumio Kishida y Anthony Albanese. AFP/S. Gosatti

TELÓN DE FONDO

Firman un nuevo acuerdo de seguridad 

Japón y Australia acordaron ayer compartir material de inteligencia y profundizar la cooperación militar tras la firma de un acuerdo de seguridad destinado a contrarrestar el auge de China en la región Asia-Pacífico.

Los primeros ministros japonés Fumio Kishida y australiano Anthony Albanese sellaron el acuerdo en la ciudad australiana de Perth, poniendo al día un pacto de hace quince años que se centraba en la proliferación de las armas y el terrorismo como principales preocupaciones.

El pacto declara a ambas democracias “socios naturales” que se enfrentan a riesgos crecientes para sus intereses comunes, y promete una mayor cooperación en materia de “inteligencia, vigilancia y reconocimiento”.

“Esta declaración histórica envía una señal fuerte a la región respecto a nuestro alineamiento estratégico”, dijo Albanese.

El acuerdo es una respuesta a un “entorno estratégico cada vez más duro”, acentuó Kishida, sin citar directamente a China ni a Corea del Norte.

Ni Australia ni Japón cuentan con servicios exteriores de inteligencia comparables a los de Estados Unidos, Reino Unido o Rusia.

Pero según el experto Bryce Wakefield, ambos países cuentan con una formidable capacidad de señalamiento e instrumentos geoespaciales.

En otras palabras, tienen herramientas de espionaje electrónico y satélites de alta tecnología que proporcionan una valiosa información sobre los adversarios.

El acuerdo evidencia que Japón se está volviendo más activo en el ámbito de la seguridad, aseguró Wakefield, director del Instituto Australiano de Asuntos Internacionales.

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