Pobreza, clima, ingresos: los avances de China
En la apertura del XX Congreso Nacional del Partido Comunista, el presidente Xi Jinping destaca grandes logros en los principales problemas de su país
Pobreza absoluta eliminada, subida de ingresos, un ambicioso programa espacial y toma de conciencia sobre medioambiente: la China de Xi Jinping puede jactarse de importantes progresos en diez años, aunque con algunos matices.
Extrema pobreza erradicada
En un país que durante mucho tiempo vivió en la miseria, este es un marcador crucial para la legitimidad del Partido Comunista.
De los 770 millones de chinos en pobreza extrema en 1978, el país pasó a 82 millones en 2013 y 6 millones en 2019, aseguró el Banco Mundial, saludando un ritmo “sin precedentes en la historia”.
El Gobierno dice haber llegado a cero a finales de 2020. Los responsables locales fueron de casa en casa para determinar las condiciones de vida, la cantidad de ganado y el nivel de escolarización.
El despegue económico, con un 8.2% de crecimiento medio anual entre 1978 y 2020, permitió la aparición de empleos no agrícolas mejor pagados.
Entre 2013 y 2021, las autoridades aseguran haber invertido 1.6 billones de yuanes (unos 225 millones de dólares) contra la pobreza con proyectos como la construcción de carreteras, casas e infraestructuras.
Millones de hogares fueron reubicados en localidades más propicias al desarrollo económico. Esto no siempre fue bien recibido y algunos funcionarios han sido enviados a zonas rurales remotas en contra de su voluntad.
Xi Jinping lo reconoció a finales de 2020: “La tarea de consolidar y expandir los resultados de la lucha contra la pobreza es todavía difícil”.
Programa espacial
China ha cerrado en gran parte la brecha con Estados Unidos y Rusia. En 2013 consiguió alunizar un robot. En 2019, plantó otro en la cara oculta de la Luna, el primer artefacto creado por el hombre en hacerlo.
En 2020, trajo muestras lunares y finalizó Beidou, su sistema de navegación por satélite que quiere rivalizar con el GPS estadounidense. Después de enviar su primer robot a Marte el año pasado, China debería terminar este año su estación espacial.
MEDIO AMBIENTE
Afirman que Pekín es más respirable
Pekín firmó en 2016 el acuerdo climático de París. En 2020, Xi Jinping se comprometió a que su país alcanzará su pico máximo de emisiones de carbono para 2030 y llegar a la neutralidad de carbono en 2060.
Grupos medioambientales pidieron a China, el mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero, actuar más rápido para poder alcanzar el objetivo de París de limitar el calentamiento global a 1.5 ºC.
Después de obviar o minimizar durante largo tiempo, el Ministerio de Medio Ambiente empezó a publicar en 2012 datos precisos sobre la contaminación atmosférica.
La concentración en el aire de partículas muy finas y peligrosas para la salud cayó un 34.8% en China entre 2015 y 2021, según el ministerio. La capital china se volvió mucho más respirable.
También avanza la recogida de residuos selectiva (obligatoria en Shanghái desde 2019) y el gas reemplaza en la calefacción al carbón.
“La toma de conciencia general de la necesidad de proteger el medioambiente aumentó de manera significativa”, dice Wang Binbin, investigadora del cambio climático en la Universidad Tsinghua de Pekín.
Sin embargo, a falta de una alternativa inmediata, China anunció que continuará aumentando el uso de carbón en los próximos años, lo que pone en riesgo el cumplimiento de sus objetivos climáticos.
TRANSPORTE
La red ferroviaria cuadriplicó su tamaño en nueve años
La longitud de su red ferroviaria de alta velocidad se cuadruplicó, pasando de nueve mil 300 a 40 mil kilómetros entre 2012 y 2021.
En diez años se construyeron 82 aeropuertos civiles, llevando el total nacional a 250. Y el número de pasajeros se duplicó entre 2012 y 2019.
Aunque costosas, estas infraestructuras facilitaron los desplazamientos, estimulando la economía y el desarrollo en el oeste del país, menos favorecido.
CORRUPCIÓN
Investigan millones de casos
Funcionarios, miembros del Partido, generales, dirigentes de empresas públicas, de bancos... Entre 2012 y 2022 se emitieron 11.3 millones de reprimendas para casos menores y se investigó a 4.7 millones de personas por acusaciones graves de corrupción, según la comisión nacional de disciplina.
Al menos 1.5 millones de casos terminaron en una sanción, en algunos disciplinaria pero otros en la pena capital.
La “frugalidad” se impuso en la administración: menos banquetes y licores caros, por ejemplo.
Celebrada por la opinión pública, esta campaña también sirvió a Xi Jinping para eliminar rivales políticos.
Y tampoco fue remedio total contra los abusos, especialmente en la China rural, donde los ciudadanos apenas pueden hacer valer sus derechos.
El presidente chino, Xi Jinping, acudió a la ceremonia de apertura del XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China. Hoy en la conferencia del partido se espera que el líder Xi Jinping reciba un tercer mandato de cinco años que rompa con precedentes recientes y se establezca como posiblemente el político chino más poderoso desde Mao Zedong.
TELÓN DE FONDO
Enriquecimiento de los chinos
Entre 2013 y 2020, los ingresos disponibles medios por hogar urbano pasaron de 26 mil 467 yuanes (tres mil 720 dólares) anuales a 43 mil 834 yuanes (seis mil 160 dólares), según la Oficina Nacional de Estadísticas.
En los hogares rurales crecieron un 82% hasta los 17 mil 132 yuanes (dos mil 410 dólares).
Señal del enriquecimiento, en los hogares urbanos también subieron el número de coches y de teléfonos móviles entre 2012 y 2020.
La mayoría de jóvenes disfruta de una vida cultural y deportiva más rica que la de sus padres.
Pero los gastos de la vivienda se cuadriplicaron entre 2013 y 2020, haciendo caer la capacidad adquisitiva.
En 10 años, “ha habido un aumento muy importante de los ingresos de los trabajadores migrantes”, los campesinos llegados a trabajar a las ciudades, señala Jean-Louis Rocca, especialista en movimientos sociales chinos en la universidad SciencesPo de París.
“Pero con el encarecimiento de los alquileres, el coste de la educación, la necesidad de vestirse a la moda para integrarse, su situación, que ha mejorado en las ciudades medianas, se ha estancado o empeorado en las grandes metrópolis”, añade.