Canadá insistirá en mejorar estándares laborales en TLCAN
El propósito es que las plantas automotrices no trasladen su producción de México a Estados Unidos y evitar la pérdida de empleos
Luego de albergar la tercera ronda de negociaciones del TLCAN, Canadá llega a la cuarta fase en Washington con el firme propósito de seguir impulsando mejores estándares laborales y ambientales, así como la permanencia del Capítulo 19 y ajustes al Capítulo 11.
Una huelga de General Motors Canadá, un impuesto estadunidense de casi 300 por ciento a las importaciones de Bombardier y tarifas arancelarias cercanas a 20 por ciento a las maderas canadienses enmarcan esta ronda de negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En esta ronda, Canadá y México esperan que Estados Unidos haga propuestas concretas respecto a las reglas de origen en el sector automotriz.
La tercera ronda para modernizar el acuerdo trilateral concluyó el 27 de septiembre pasado en Ottawa con sólo un acuerdo concreto: la creación de un Capítulo para las pequeñas y medianas empresas (Pymes) y con coincidencia de las tres partes de que "lo duro está por venir".
El presidente de Asociación de Manufactureros de Autopartes (APMA), Flavio Volpe, ha pedido a los negociadores en la cuarta ronda que analicen las reglas de origen en el sector automotriz con base "en los datos y no en la ficción".
Según lo dejó entrever el secretario estadunidense de Agricultura, Sonny Perdue, Estados Unidos propondría que Canadá dé más acceso a su mercado de lácteos y avícola.
El sector de lácteos fue excluido del TLCAN en 1994, pero el sistema de control de abastecimiento que tiene el gobierno canadiense limita el monto de lácteos que pueden ser importados sin arancel, lo cual es un irritante para Estados Unidos.
Entre analistas y sindicalistas canadienses predomina la idea de que en realidad Washington no busca alcanzar ningún acuerdo y que está empujando hacia su desaparición, después de 23 años de operaciones y frente a un comercio trilateral interconectado.
Peter Clark, estratega de comercio internacional y quien participó en las negociaciones originales del TLCAN, dijo que el comportamiento estadunidense es un "ejemplo sin precedentes de cómo no negociar".
Catalogó las tres primeras rondas como "una táctica diseñada para asegurar el fracaso", porque el presidente estadunidense Donald Trump "no cree que puede conseguir lo que realmente quiere sin romper el TLCAN o terminarlo o dar aviso de terminación".
Por su parte, Jerry Dias, líder del sindicato canadiense Unifor y quien ha estado presente en las rondas de negociación, se refirió a las propuestas estadunidenses, las cuales han sido calificadas por el sector privado como "píldoras venenosas".
"Sólo pones esos tipos de propuestas sobre la mesa si no estás buscando realmente un acuerdo", precisó Dias, líder del sindicato que agrupa a 310 mil trabajadores.
El dirigente sindical pide elevar los estándares laborales en México a fin de que las plantas automotrices no trasladen su producción a ese país, cerrando empleos, como ha sucedido con una planta de GM en Ontario, cuyos trabajadores llevan tres semanas en huelga.
Una de las propuestas de la administración Trump es imponer su política de "Compre Americano", lo que impediría a firmas canadienses o mexicanas presentar licitaciones para contratos de adquisiciones del gobierno estadunidense.
El tema fue abordado por la principal negociadora canadiense, la canciller Chrystia Freeland en su discurso del último día de la ronda tres al recordar a Estados Unidos que ambos países en el acuerdo comercial que precedió al TLCAN abrieron las compras locales a ambas partes y "ésta es la opción que prefiere Canadá".
A pesar de que se ha asegurado que el viaje del primer ministro canadiense Justin Trudeau a Estados Unidos y a México, esta semana, no tiene como principal propósito incidir para que la negociación del TLCAN avance y tome un curso trilateralmente positivo, el tema comercial está presente en su agenda de reuniones.