Que siempre no: Quebec no multará a no vacunados contra COVID-19
El gobierno de la provincia en Canadá da marcha atrás al proyecto para "mantener la paz social"
El gobierno de la provincia de Quebec, en Canadá, dio marcha atrás en su plan de crear un impuesto especial para las personas que no estén vacunadas contra el COVID-19 y anunció hoy martes 1 de febrero que no lo aprobará para mantener la "paz social".
La decisión, anunciada este día por el primer ministro provincial, François Legault, se da cuando el movimiento antivacunas mantiene desde el fin de semana una protesta en Ottawa para exigir la retirada de las medidas adoptadas en todo el país para contener la pandemia.
Legault afirmó durante una rueda de prensa que a pesar de que su Gobierno ya tenía redactado el proyecto de ley para penalizar económicamente a los antivacunas, decidió no presentar el texto legislativo para asegurar "la paz social".
Añadió que está preocupado por las divisiones entre los quebequeses provocadas por las medidas de sanidad pública adoptadas en Quebec.
El pasado 11 de enero, el primer ministro quebequés, del partido de centro-derecha Coalition Avenir Québec (CAQ), anunció que su gobierno estaba considerando imponer una multa a las personas no vacunadas contra el coronavirus por "las consecuencias" que supone para el sistema sanitario provincial el coste de la atención a pacientes no inmunizados.
Legault justificó entonces la controvertida medida porque las acciones de los antivacunas tienen "consecuencias" para el sistema sanitario y no es justo que el resto de quebequeses tengan que pagar por su rechazo a las vacunas. Aunque el gobierno federal canadiense señaló el mes pasado, durante el pico de infecciones causadas por la variante ómicron, que los gobiernos provinciales deberían considerar si hacer obligatoria la vacunación, ninguna otra jurisdicción del país se mostró partidaria de seguir los pasos de Quebec y penalizar económicamente a los antivacunas.
Mientras, en Ottawa y en otras partes del país se mantienen las protestas de antivacunas y otros grupos radicales opuestos a las medidas de sanidad pública adoptadas para contener la pandemia. En la capital canadiense, algunos camioneros siguen su protesta frente al Parlamento, que iniciaron el sábado, para expresar su rechazo a la obligación de que los conductores comerciales que cruzan la frontera con Estados Unidos estén vacunados para evitar cuarentenas de 14 días.
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