Austria prohíbe a no vacunados entrar en espacios de ocio y ciertos servicios
En el país, actualmente poco más del 60 por ciento de la población está vacunada
Austria prohíbe desde el lunes a los no vacunados contra COVID la entrada en cafés, restaurantes y eventos de ocio, tanto culturales como deportivos, así como a ciertos servicios como las peluquerías, en medio de un gran incremento de los contagios en las dos últimas semanas.
"La ocupación de las camas de cuidados intensivos está aumentando mucho más rápido de lo que esperábamos", dijo el canciller Alexander Schallenberg en una rueda de prensa en la que se anunciaron las medidas.
La normativa, aprobada por el Gobierno de conservadores y ecologistas junto a los Estados federados, prevé que solo los vacunados y quienes tengan un certificado de haber superado la enfermedad podrán acceder a celebraciones como conciertos o encuentros deportivos a los que asistan más de 25 personas.
Tampoco podrán acudir los no vacunados a servicios que exigen contacto personal, como peluquerías, masajes, depilaciones o manicuras, entre otros.
Hasta ahora, aunque no se estuviera vacunado se podía utilizar estos servicios y entrar a espacios de ocio con una prueba negativa reciente de COVID, que en Austria son gratuitas y muy accesibles.
El gobierno austríaco ha previsto un período de transición de cuatro semanas, durante el cual será suficiente la primera dosis combinada con una prueba de PCR para poder acceder a esos espacios de ocio y servicios.
El número de casos en Austria está en su punto más alto desde hace un año, con 481 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días. Las 9.388 nuevas infecciones registradas en las últimas 24 horas están ya cerca del máximo absoluto de 9.586 alcanzando el 13 de noviembre de 2020.
También llevan semanas subiendo las hospitalizaciones, lo que se nota también en cuidados intensivos, donde hay 356 pacientes, que representa más de 15 % de todas las camas uci disponibles. Solo el 62.9% de los austríacos está vacunado con la pauta completa, la cifra más baja de Europa Occidental.
Austria ya introdujo a principios de mes la medida de que sólo los vacunados, sanados o aquellos con una prueba reciente pueden acceder a un espacio de trabajo donde haya más de una persona. Muchos austríacos se muestran escépticos sobre las vacunas, una opinión alentada por el partido ultraderechista FPÖ, la tercera fuerza del Parlamento.
Numerosos expertos han recordado que justo donde el FPÖ tiene mejores resultados electorales el índice de vacunación es menor, un ejemplo de ello es el Estado de Alta Austria, donde la formación ultra está en la coalición de poder y cuenta con el índice de vacunación más bajo del país con el 58 % de la población adulta.
AA