Internacional

Avión ucraniano caído en Teherán no pidió ayuda

Se informó de la recuperación de las cajas negras de la aeronave, aunque están dañadas y perdieron parte de su memoria

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La tripulación del avión ucraniano accidentado en Teherán no llegó a pedir ayuda por radio y estaba dando la vuelta hacia el aeropuerto cuando se estrelló con 176 personas a bordo y sin dejar sobrevivientes, según un reporte preliminar publicado el jueves.

El informe sugirió que el Boeing 737 operado por Ukrainian International Airlines sufrió una emergencia repentina poco después de despegar del Aeropuerto Internacional Imán Jomeini de la capital iraní.

Investigadores de la Organización de Aviación Civil del país no ofrecieron una explicación para el desastre de inmediato.

Testigos, incluyendo la tripulación de otro vuelo que pasaba por la zona, dijeron ver el avión envuelto en llamas antes de estrellarse, apuntó el reporte. El aparato provocó una enorme explosión al chocar contra el suelo, probablemente porque tenía los depósitos llenos de combustible para llegar a la capital de Ucrania, Kiev.

El reporte confirmó también que se recuperaron las conocidas como "cajas negras", dos dispositivos de color naranja brillante que registran los datos del vuelo y las conversaciones de cabina, aunque estaban dañadas y se perdió parte de su memoria. En un primer momento, los investigadores descartaron interferencias laser o electromagnéticas como causa del siniestro, agregó.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, dijo que investigadores del país llegaron a Irán para colaborar en la pesquisa. El mandatario tenía previsto llamar a su homólogo iraní, Hasán Ruhani, para hablar del accidente y la investigación.

"Indudablemente, la prioridad para Ucrania es identificar las causas del accidente", manifestó Zelenskiy. "Seguro que encontraremos la verdad".

A bordo de la aeronave viajaban 167 pasajeros y nueve miembros de la tripulación de varios países, incluyendo 82 iraníes, al menos 63 canadienses y 11 ucranianos, según las autoridades. El accidente, ocurrido justo antes del amanecer, dejó los restos en llamas del avión y las pertenencias del pasaje esparcidos por un campo de cultivo.

El siniestro se produjo justo después de que Irán lanzó un ataque con misiles balísticos contra bases militares iraquíes que albergan a tropas estadounidenses dentro de su enfrentamiento con Washington por el asesinato de un general de la Guardia Revolucionaria en un ataque con un dron la semana pasada.

Se cree que muchos de los pasajeros eran estudiantes matriculados en universidades en Canadá que regresaban a Toronto, tras hacer una escala Kiev, después de visitar a sus familias en las vacaciones de invierno.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo que 138 de los pasajeros se dirigían al país.
En el vuelo iba una familia de cuatro y recién casados. El manifiesto reflejó la presencia de varios adolescentes y niños, algunos de uno o dos años.

"Sepan que todos los canadienses están de luto con ustedes", dijo Trudeau dirigiéndose a las familias de las víctimas.

En un primer momento, las autoridades ucranianas estaban de acuerdo con las sospechas iraníes de que el avión, que tenía tres años y medio, se estrelló por un problema mecánico, pero más tarde se retractaron y rechazaron ofrecer una causa mientras la investigación esté abierta.

Aunque el causante de la tragedia sigue siendo desconocido, el desastre podría dañar más aún la maltrecha reputación de Boeing luego de dos letales accidentes de su modelo 737 Max, que es más nuevo que el siniestrado en Teherán y tiene prohibido volar desde hace casi 10 meses.

Boeing presentó sus condolencias a las familias de las víctimas y señaló que está dispuesta a ayudar en las pesquisas.
 

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