Internacional

Abastecimiento de petróleo está amenazado, señala Arabia Saudita

Declara que los sabotajes a buques petroleros y a un oleoducto por parte de hutíes de Yemen tienen “consecuencias negativas para la paz y la seguridad regional e internacional”

El Gobierno de Arabia Saudita afirmó que los recientes ataques contra navíos e instalaciones petroleras amenazan a Arabia Saudita y también a “la seguridad del abastecimiento” de petróleo y a la “economía mundial”.

El martes, diversos ataques con drones reivindicados por los rebeldes hutíes de Yemen provocaron el cierre de un gran oleoducto en Arabia Saudita. Los ataques se produjeron al día siguiente de unos misteriosos sabotajes de cuatro buques en aguas del Golfo denunciados por los sauditas y los Emiratos Árabes Unidos.

“Es importante enfrentar a las entidades terroristas que cometen estos actos de sabotaje, en particular las milicias hutíes apoyadas por Irán en Yemen”, afirmó el ministro saudita de Comunicación, Turki Al Shabanah, después de una reunión presidida por el rey Salmán.

Se trata de una “amenaza flagrante para la seguridad del tráfico marítimo” y tiene “consecuencias negativas para la paz y la seguridad regional e internacional”, agregó.

Arabia Saudita, principal rival de Irán en Oriente Medio, interviene militarmente en Yemen desde 2015 junto a los Emiratos en apoyo de las fuerzas gubernamentales en guerra con los rebeldes hutíes, que controlan vastas regiones del Oeste y el Norte del país y la capital Saná.

Los acontecimientos subieron la tensión en el Golfo, donde Estados Unidos (EU) e Irán están inmersos en una guerra psicológica. EU envió a la región un portaaviones y varios bombarderos B-52 respondiendo a presuntas amenazas iraníes.

 

Siguen las amenazas de guerra en Yemen

El enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Yemen advirtió que a pesar del retiro de los rebeldes hutíes de los puertos, el país aún enfrenta la amenaza de un regreso a la guerra abierta.

“A pesar de la importancia de los últimos días, Yemen está en una encrucijada entre la guerra y la paz”, dijo Martin Griffiths al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Según Griffiths, el Gobierno yemení y rebeldes hutíes deben seguir adelante con la reubicación de fuerzas y regresar a la mesa de negociación para discutir un acuerdo de paz más amplio. “Hay señales de esperanza, pero también hay signos alarmantes de guerra”.

Los hutíes se retiraron de los puertos de Hodeida, Saleef y Ras Issaen en el Mar Negro, en el primer paso concreto en seguimiento del cese al fuego alcanzado en Estocolmo en diciembre.

El conflicto, que ha matado a miles, ha dejado alrededor de 3.3 millones de personas desplazadas, y 24.1 millones, es decir más de dos tercios de la población, necesitan asistencia, según la ONU, que denuncia que se trata de la peor crisis humanitaria en el mundo.

La coalición liderada por Arabia Saudita intervino en Yemen en marzo de 2015 para contrarrestar el avance de los rebeldes y restituir en el poder al presidente AbdRabboMansurHadi.

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