Zedillo y Latinoamérica
Durante el foro titulado “Perspectivas económicas y el futuro de la tecnología en Latinoamérica”, el ex Presidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000), mencionó que los países Latinoamericanos sufren de gobiernos ineptos y populistas. Dentro de su plática tocó algunos puntos interesantes que me gustaría recalcar y discutir de manera breve.
Veamos.
Zedillo destinó unas palabras al mal manejo de la pandemia en México y cómo varios países con economías más pobres y una menor infraestructura de salud han logrado mejores resultados. Asimismo, señaló cómo de acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras Brasil destinó en el 2020 el 8% de su Producto Interno Bruto (PIB) al cuidado de la pandemia, México utilizó menos del 1%. Derivado de esto, ese mismo año mientras la economía de Brasil tuvo una contracción del 3.9%, la mexicana tuvo una del 8.2%. Siendo así, no es sorprendente que nos viéramos tan severamente afectados en términos laborales y de salud.
En otro orden, mencionó que el problema en los países latinoamericanos no son las reformas, sino que estas nunca han sido lo suficientemente completas ni han sido bien ejecutadas. La ejecución correcta de un proyecto es irrelevante si el proyecto mismo no presenta objetivos claros y meticulosamente estudiados. Lo que necesitamos, por un lado, son gobernantes que presenten iniciativas de proyecto verdaderamente benéficas para la economía y sustentabilidad nacional, y por otro lado, una continuidad de ejecución entre cada gobierno.
Una analogía que disfruto usar mucho es el de una cadena. Incluso si el material y la resistencia que presenta el primer eslabón es el indicado, no podrá cumplir la función de su naturaleza sin la continuidad de los eslabones. Esto ocurre en México cada cambio de gobierno: Se suspende el avance de proyectos del gobierno pasado y se proponen “nuevos y mejores proyectos”. De esta forma, nuestros proyectos gubernamentales están destinados a suspenderse incluso antes de que comiencen. Si no le damos continuidad a aquellos proyectos benéficos para nuestro país, será complicado ver avances, estabilidad económica y bienestar social a largo plazo.
Las críticas del ex Presidente Zedillo fueron fuertes pero, en mi opinión, acertadas. Estamos viviendo tiempos de muchos retos y muchos cambios. En un mundo con tanto movimiento, la única constancia es la inconstancia. Seguimos enfrentándonos a una pandemia, a retos económicos, a conflictos internacionales, y a avances tecnológicos desconocidos para todos.
Es por esto que hoy más que nunca necesitamos ciudadanos y funcionarios comprometidos con el bienestar colectivo y la prosperidad nacional. Estamos viviendo tiempos difíciles, pero lo positivo de esto es que los tiempos difíciles crean hombres fuertes. Los hombres fuertes crean tiempos fáciles, los tiempos fáciles crean hombres débiles, y los hombres débiles crean tiempos difíciles.