“Yo no voy a influir en nada”, pero…
A la medianoche del domingo el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) daba a conocer la tendencia que perfilaba el triunfo de Claudia Sheinbaum y solamente unas horas después -en la mañanera- el presidente López Obrador prometía que en las decisiones del nuevo gobierno “Yo no voy a influir en nada… yo ya terminé un ciclo y quien va a hacerse cargo de la conducción del país, va a ser nuestra compañera Claudia Sheinbaum”. Ah, pero informó que hará una gira por algunas regiones de México con Claudia -¿ya se lo consultó a la Presidenta electa o le estaba avisando?- “para coordinar la entrega-recepción”; yo me pregunto, ¿qué tiene que ver la entrega/recepción de la administración, con una gira de proselitismo político, de agradecimiento al voto recibido o de “baños de pueblo”?
Aunque hace sentido por el efecto que puede provocar en la percepción de los círculos económicos, el aún presidente también hizo referencia a la continuidad del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, en la siguiente administración para ayudar a evitar una crisis económica, se percibió como intromisión, sobre todo cuando él mismo había señalado minutos antes que “ella -Claudia- es la facultada para tomar todas las decisiones”.
Y dentro de las contradicciones en las que el mismo AMLO permanentemente se mete, mientras que ofrece “yo no voy a influir en nada”, también dice que “lo voy a hablar con Claudia” sobre las iniciativas de ley que están en el Congreso, que a partir de septiembre pueden proceder cuando tengan la mayoría calificada en ambas Cámaras -senadores y diputados-. “A ver cuáles de esas iniciativas PODEMOS impulsar y que se alcancen a aprobar”, dijo el mandatario.
Pero además de contradecirse y mentir abiertamente, el presidente al hacer referencia a la inquietud generada en los mercados financieros -donde el peso y la bolsa de valores se cayeron en la jornada del lunes-, creando desconfianza en los inversionistas después de conocerse el triunfo contundente de Morena en la elección y de los riesgos que existen por las mismas propuestas de ley, ayer dijo que esto se debe a “factores externos (?), esto sucede en Estados Unidos y en otros mercados”, culpando además a la “desinformación que existe”. Yo diría que es lo contrario, que la caída de la moneda y el mercado de valores se debe a la detallada información que se tiene y de los riesgos que corren en caso de concretarse esos cambios propuestos por el movimiento de la cuarta transformación.
Es un hecho, que aunque el presidente López Obrador se vaya a “La Chingada” -su rancho en Palenque, Chiapas- el próximo 30 de septiembre, él seguirá deambulando en espíritu, opinando y manipulando en los pasillos de Palacio Nacional.
¿Usted, qué opina?