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Ya le aclararon sus “otros datos”

Hace poco más de un año, el 5 de mayo, el decomiso de un contenedor con 600 bultos de droga en el puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, le dio argumentos a López Obrador para pregonar en su verborrea matutina que “ya tenemos pruebas” de que en México no se produce el fentanilo, sino que la sustancia llega procesada y lista para comercializarse en las calles o traficarla al país vecino del norte. La intercepción del cargamento le había caído “como anillo al dedo”, en un momento en que desde Washington acusaban a nuestro país de ser el generador de ese veneno social. Sin embargo, después de negarlo en innumerables ocasiones, a finales de marzo pasado el mismo AMLO admitió, bajo la presión de preguntas de la reportera Sharyn Alfonsi, en una entrevista con el programa 60 Minutos de la cadena CBS de Estados Unidos, que aquí sí se produce esa sustancia.

El tema, que es una constante en la conversación bilateral entre México y Estados Unidos, salió a la luz nuevamente el pasado 23 de abril, cuando Felipe de Jesús Gallo, director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR), quien participaba en una conferencia binacional sobre drogas, dijo que “desde la década de 1990 México ha sido campeón en la producción de metanfetaminas y ahora fentanilo”. Esta declaración seguramente provocó que al presidente se le “atragantaran” los tamales de chipilín, que tanto le gustan para desayunar, y exigió que esa dependencia hiciera una aclaración, donde explicaron que “se trató de una mala interpretación de los medios de comunicación”.

Sin embargo, a pesar de intentar “tapar el sol con un dedo” ante una obvia realidad, a López Obrador ya le salieron con “otros datos”, que son verídicos y de muy buena fuente. En el Informe Mundial sobre Drogas 2024 de la Organización de Naciones Unidas (ONU), se concluye que “México es uno de los mayores productores de metanfetaminas y fentanilo”. Y en el párrafo de introducción del reporte se enfatiza con mucha claridad que “Su fabricación a gran escala sigue concentrada en zonas afectadas por problemas de gobernanza e inestabilidad… México se ha posicionado como el mayor productor de metanfetaminas y lidera en el mundo junto a Myanmar, Afganistán y Siria” -¡Qué orgullo!-.

“Problemas de gobernanza”, dice el informe, que no solo provocan el tráfico y consumo de drogas, sino también muerte. Recientemente, el Papa Francisco al hablar de que “es un deber moral poner fin a la producción y al tráfico de sustancias peligrosas” durante la Jornada Mundial contra el Uso Indebido y el Tráfico de Drogas, llamó a los narcotraficantes “asesinos”, y exige “un acto de valentía por parte de la sociedad” para frenar la producción y el consumo, cuando es responsabilidad de los gobiernos actuar, empezando por aquellos que lo niegan o protegen, no lo combaten y dicen que tienen “otros datos”.

¿Usted, qué opina?

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