¿Y la Policía Metropolitana?
Con la llegada esta semana de los elementos de la Guardia Nacional a Jalisco, que regionalmente estarán bajo el mando del general Eustorgio Villalba Cortés, y en Jalisco del coronel Marcos Burgos Legorreta, el Gobierno del Estado y las autoridades municipales deberán aplicarse para echar a andar ya la pretendida Policía Metropolitana a la que apuestan para enfrentar el grave problema de inseguridad y violencia que padecen los ciudadanos.
Como se sabe, este cuerpo policial se quiso crear desde el nacimiento de la Agencia Metropolitana de Seguridad (AMS) a fines del 2016, sin embargo, las entonces diferencias en su concepción entre el entonces gobernador Aristóteles Sandoval y los alcaldes metropolitanos, encabezados por Enrique Alfaro, lo impidieron.
En ese entonces el Gobierno estatal aseguró que esa iniciativa, surgida como rechazo a la Fuerza Única Metropolitana, presentaba inconsistencias financieras, legales y de manejo policial, por lo que finalmente la AMS empezó a operar sin ningún mando ni policías y sólo con la tarea de diseñar políticas de seguridad pública y contribuir al mejoramiento conceptual de las corporaciones y sus estrategias policiales.
Pese a la llegada de Alfaro al Gobierno del Estado en diciembre pasado y el dominio casi absoluto que tienen los gobernantes emanados del partido Movimiento Ciudadano en las nueve alcaldías metropolitanas desde el mes de octubre, la AMS sigue teniendo ese carácter exclusivamente consultivo y hasta el momento nada se sabe de alguna reforma legal que le permita a esta instancia manejar mandos y personal policial.
Por eso llamó mucho la atención la solicitud que hizo el gobernador en el segundo trimestre del año a la Secretaría de la Defensa Nacional para que le sugiriera nombres de militares en situación de retiro para ocupar el cargo de comisario General Metropolitano así como para ocupar nueve jefaturas de zona para la AMS.
Más allá de algunas disputas de poder entre los alcaldes y funcionarios estatales del área de seguridad por su control, poco se había hablado en los últimos meses de la Policía Metropolitana, hasta ahora con la llegada de la Guardia Nacional.
En ese sentido, el arribo de este nuevo cuerpo policial-militar federal a Jalisco agarró con los dedos en la puerta a las autoridades locales que tendrán que apresurar la definición de la vocación de la AMS, la construcción de la Policía Metropolitana, sus manuales de operación y estrategias, así como la selección de sus mandos.
Esta tarea es urgente e indispensable para completar el tablero de las corporaciones federales, estatales y municipales que deberán coordinarse con la nueva Guardia Nacional, para buscar poner freno a una delincuencia fuera de control en Jalisco, que tiene asolada a la población y que desafía abiertamente a sus cuerpos policiales.
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