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Xóchitl espera a Claudia

Xóchitl Gálvez logró una hazaña más en su esforzada biografía.

Su historia de las carencias económicas y afectivas que sufrió en su infancia en una marginada comunidad de ascendencia otomí en Hidalgo, que superó para poder llegar sola y sin nada a la Ciudad de México para estudiar en la UNAM Ingeniería y convertirse en una exitosa empresaria en temas de inteligencia artificial y activista en pro de comunidades indígenas, se empezó a conocer más desde que a fines de junio pasado irrumpió en la escena de las y los más de 20 suspirantes presidenciales que tenían meses de exposición y no emocionaban a nadie. Su aparición, tras el pleito con el Presidente Andrés Manuel López Obrador por no abrirle las puertas de Palacio Nacional para ejercer su derecho de réplica en la mañanera hizo desaparecer la sensación de ausencia de competencia a Morena. Con Xóchitl sí puede haber tiro con la 4T como empezaron a pensar sus simpatizantes.

La hidalguense logró superar las lógicas y maquinarias partidistas del PAN, PRI y PRD y el domingo sumará a su trayectoria de funcionaria en el Gobierno de Fox, candidata a gobernadora derrotada en Hidalgo, titular en la Delegación Miguel Hidalgo en la CDMX, y de senadora, la de ser candidata presidencial de la coalición opositora.

Para el Presidente, que desde junio se convirtió en su más potente propagandista al criticarla y descalificarla casi todos los días desde su púlpito mañanero, se trata de la candidata de la oligarquía y acusa que el proceso de selección del Frente Amplio por México (FAM), fue toda una farsa. Sin tanta animosidad, pero en algunos círculos intelectuales y empresariales también aseguran que desde al menos seis meses atrás se empezó a trabajar en su lanzamiento, protegiéndola del fuego presidencial bajo la coartada que su interés era buscar el Gobierno de la CDMX.

Lo cierto es que Xóchitl ha entusiasmado a un sector del electorado que pensaba que todo estaba perdido. Que la o el próximo Presidente sería irremediablemente quien resultara ganador de las “corcholatas” morenistas, por la falta de un candidato o candidata opositora que les hiciera frente.

Hoy Xóchitl busca arrebatar el principal eslogan de Morena, al asegurar que ahora es ella “la esperanza de México”. Y en esta primera etapa de exposición, ha demostrado que su origen, trayectoria y personalidad pueden neutralizar la narrativa del Presidente de “fifís contra pobres”, por venir de una verdadera cultura del esfuerzo.

Si nada catastrófico pasa en la 4T, la próxima semana Morena presentará como ganadora de sus encuestas a Claudia Sheinbaum, a la que ya espera Xóchitl, según le apostó al propio AMLO para revirarle que es del lado de las “corcholatas” donde está la verdadera simulación.

El caso es que de resultar ciertos todos los pronósticos de esta competencia entre Xóchitl y Claudia, México tendrá en 2024 la primera mujer Presidenta de su historia.

jbarrera4r@gmail.com
 

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