Ideas

Xi Jinping y Trump

Concluyó en Pekín la segunda Cumbre mundial sobre la “Franja y la Ruta” con la participación de 57 jefes de estado. Por la “franja y la ruta” se entiende el proyecto para relanzar un nuevo programa de enlace hemisférico inspirado en lo que fue en su momento la ruta terrestre y marítima de la seda.

La iniciativa es del presidente de China y no se limita al asunto comercial, sino que tiene una perspectiva mucho más amplia que incluye como objetivo fundamental el beneficio social de todos los países involucrados, beneficio en el crecimiento de la calidad de vida, infraestructura, conectividad, financiamiento, intercambio cultural, y agilización de trámites migratorios y aduanales. Como claramente lo ha señalado Xi Jinping, esta propuesta no tiene nada que ver con estrategias geopolíticas, ni busca protagonismos personales o nacionalistas, por el contrario tiene como meta contribuir al beneficio de todos en una inversión que involucra a todos por igual.

A diferencia de la primera cumbre que fue esencialmente una presentación general de la nueva ruta y la nueva franja de la seda, la presente se aplicó a la identificación de problemas y soluciones que agilicen el proyecto.

Si antes todos los caminos conducían a Roma, ahora parece que todos los caminos surgen de China; ya funciona desde hace años una vía férrea que conecta China con Alemania, lo cual ha revitalizado a diversas ciudades de Asia central frenando los procesos migratorios que sufrían, y haciendo resurgir a Urumchi como el punto de enlace entre la China del Oeste y los antiguos países que formaron parte de la Unión Soviética. Ni que hablar del comercio marítimo que circunda todos los países de Sureste asiático para conectarlos con Europa por medio del Canal de Suez, o con América, por medio del Canal de Panamá, actualmente administrado por China.

Si antes todos los caminos conducían a Roma, ahora parece que todos los caminos surgen de China; ya funciona desde hace años una vía férrea que conecta China con Alemania...

A diferencia del proyecto chino, el programa del actual presidente de Estados Unidos sigue profundizando en un nuevo egoísmo nacionalista, cuyo objetivo es que Estados Unidos vuelva a ser grande, no que Estados Unidos sea líder de un programa de crecimiento internacional que beneficie sobre todos a los países con mayores retrasos, así, mientras China propone rutas que enlacen a todos los países, Trump lo que siembra son barreras que corten la comunicación y beneficien solamente a ellos.

México se ha mantenido al margen de la Ruta y la Franja; empresarios y gobierno no se han dejado ver en este tipo de cumbres, el gobierno porque sigue sumiso a los dictados de Estados Unidos, como lo ha estado siempre desde la independencia, gracias a la intensa actividad de los grupos de poder mexicanos que trabajan en favor del país del Norte; el empresariado como tal porque sigue padeciendo una especie de astigmatismo que le impide enfocar la nueva realidad del mundo global, y sigue midiendo las distancias por kilómetros lineales.

Por supuesto que México puede formar parte de la Ruta y la Franja, porque ya por mucho tiempo sostuvo una novedosa ruta comercial que se llamó “la nao de China” que enlazó a tres continentes, Asia, América y Europa. La república de Chile tiene en este punto mejor memoria, tal vez por eso su participación en la pasada cumbre fue tan atinada.

armando.gon@univa.mx

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