Vivienda popular en Ciudad Creativa
Como otros megaproyectos que han idealizado y anunciado tanto el Gobierno de Jalisco como la burguesía del Estado, Ciudad Creativa Digital está lejos de ser el plan que cambiaría el curso de Guadalajara, como se anunció durante su presentación en enero de 2012.
Ciudad Creativa Digital (CCD) fue presentado como el proyecto que llevaría a Guadalajara por las sendas del progreso y desarrollo y de manera exagerada se dijo que sería un parte aguas para la ciudad.
“Yo, honestamente, creo que esto (CCD) va a ser un parte aguas en la vida económica y en el avance tecnológico de Guadalajara”, dijo el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa. Ocurrente como siempre, el entonces gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, dijo: “De lo que se trata es de crear el Hollywood de las artes digitales”.
Además se anunciaron cifras de inversión totalmente desproporcionadas. Se habló de la llegada de hasta diez mil millones de dólares, lo que no ocurrió. Tampoco ha se generaron los diez mil empleos que la publicidad de los gobiernos panistas prometieron.
Ciudad Creativa Digital avanzó menos rápido de lo anunciado, con menos empresas y menos importantes de las imaginadas. Pero a pesar de que se anunció como el “Hollywood de las artes digitales”, nunca se le presentó como un gran proyecto para los negocios inmobiliarios como muchos denunciamos desde entonces.
Pero pasa el tiempo y ahora los actuales gobernantes llaman sin ambages a la iniciativa privada, especialmente las empresas inmobiliarias, a hacer negocios en ese distrito del centro histórico de Guadalajara.
El lunes pasado, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez y el presidente municipal de Guadalajara, Ismael del Toro, anunciaron la entrega (no se informó si se venderán o donarán los terrenos) de cuatro terrenos propiedad del Gobierno de Guadalajara, con una extensión de 11 hectáreas, destinados para construcción de edificios para vivienda. Según el gobernador Enrique Alfaro, con esa iniciativa se refuerzan las iniciativas para repoblar Guadalajara, tal como han insistido los anteriores gobiernos de la ciudad.
Los discursos tanto del gobernador como del alcalde tapatío hablan de una oportunidad de negocios para la iniciativa privada, pero jamás se habló y por lo tanto no se pensó como una oportunidad para construir vivienda para los sectores de menores ingresos de la ciudad.
Las políticas de vivienda neoliberales impulsadas con vehemencia por los gobiernos panistas y continuadas por los gobiernos del PRI y ahora de Movimiento Ciudadano, dejaron el derecho a un techo a las leyes de mercado, en lugar de promoverlo activamente desde el aparato público.
Tal como fue anunciado el lunes pasado, el proyecto de viviendas en Ciudad Creativa Digital terminará siendo un negocio de las grandes empresas inmobiliarias (varias de ellas con importantes vínculos con los gobernantes en turno) y se desperdiciará la oportunidad de construir vivienda de interés social en el centro histórico de la ciudad.
Si el Gobierno del Estado y el de Guadalajara pensaran en que los sectores más pobres de la cuidad puedan acceder a una vivienda en el centro y no en las periferias de la metrópoli, impulsarían programas públicos, asociados con cooperativas de solicitantes de vivienda, para darles un espacio digno a precio accesible a sus ingresos justo en los terrenos que ahora se ofrecen a las grandes inmobiliarias.
Ya lo he escrito antes, la actual política urbana deja a los actores privados decidir cómo y hacia dónde crece la ciudad, en lugar de que lo haga el gobierno acorde a las necesidades de quienes son despreciados por el mercado de la vivienda.
En otras ciudades son los gobiernos quienes regulan la construcción e incluso la renta de las viviendas para impedir que el mercado deje fuera a quienes no tienen los medios para comprar una casa o departamento en zonas céntricas que cuentan con todos los servicios públicos. Si como dice su discurso, gobernaran para todos, las actuales autoridades presentarían proyectos de vivienda popular con financiamiento público para hacer accesibles a los más pobres zonas como Ciudad Creativa Digital.
Casi con seguridad, una iniciativa así no será tomada en cuenta por los gobernantes. Será necesario la presión de la sociedad organizada para exigir un cambio radical en la política de vivienda para evitar que siga en manos de las grandes empresas inmobiliarias que tienen vínculos y protección del actual grupo gobernante. Hace unas décadas funcionaron las cooperativas de solicitantes de vivienda que arrancaron a los gobiernos planes urbanos distintos a los del mercado. Quizá ahora vuelvan a funcionar iniciativas sociales semejantes.