Violencia de los cárteles ya cruzó el Río Bravo
Apenas ayer comentamos en este mismo espacio sobre las cantidades exhorbitantes de drogas que llegan y se consumen en el mercado de Estados Unidos, pero no se habla y no se percibe de quién o quiénes son los responsables de controlar este ilegal mercado. Acotamos que los grandes capos no existen, según conclusiones a las que han llegado expertos investigadores de la DEA, quienes indican que por la manera en que están organizados y como se logra la distribución de la droga -enviada por el Cártel de Sinaloa primordialmente-, no hay cabezas visibles. Indican informes de la agencia que quienes son parte de la red de distribución son personas muy discretas, que no despiertan sospechas de la policía y muchas veces tampoco de sus vecinos o amigos. Además, la red o las redes están integradas por pandillas locales o delincuentes menores.
Bueno, pues ahora no solo la mercancía llega y se distribuye, sino que también los métodos represivos y de venganza entre los distribuidores -ejecutada por sicarios al estilo de la delincuencia organizada en México- ya han llegado a suelo estadounidense.
El lunes pasado en Goshen, una pequeña población rural en el centro de California que apenas tiene 5,400 habitantes, seis personas, entre ellas un bebé de 10 meses de edad, su madre adolescente -17 años- y una anciana, fueron asesinadas, en lo que las autoridades califican como un ataque “que creo está específicamente relacionado con el cártel. Un nivel de violencia como este no es el de un pandillero común y corriente. Estas personas claramente fueron baleadas en la cabeza y también en lugares en donde el agresor sabría que ocurriría una muerte rápida. Fue una matanza horrible”, dijo al periodico Los Angeles Times el Sheriff del Condado de Tulare, Mike Boudreaux.
Las seis víctimas, incluido el bebé que se encontraba en los brazos de su madre, tenían el tiro de gracia. Fue una venganza premeditada, que aparentemente está relacionada con una orden de registro (cateo) que la semana pasada se había llevado en el mismo domicilio, que terminó con la detención de una persona, la incautación de armas, marihuana y metanfetaminas.
California, con una población de casi 40 millones de habitantes -considerada la quinta economía del mundo y a punto de desplazar a Alemania de la cuarta posición, según Bloomberg News-, cuenta con un 40 por ciento de población hispana -16 millones- y para muchos ya es considerada como Méxi-California, por la enorme influencia mexicana que se tiene en todos los sectores sociales. En California se vive sin extrañar a México -solo a los familiares que se quedaron en el terruño-, porque se tienen todas las costumbres y tradiciones. Sin embargo, la violencia, métodos represivos y venganzas que se tiene entre los cárteles en la República Mexicana no habían llegado al país vecino -por lo menos esta dimensión-, como según se demuestra en las pesquisas policiales -en caso de Goshen- que aparentemente ya sucede y de manera muy despiadada y sanguinaria. ¿Usted, qué opina?
daniel.rodriguez@dbhub.net