Vigilar las remesas
La mayoría de los casos significa que muchos jaliscienses no consiguieron en Jalisco un empleo, o si lo tuvieron su salario era insuficiente para cubrir las necesidades básicas, o los crecientes niveles de inseguridad y violencia de los últimos años los expulsaron de sus comunidades, pero ya que están allá, sin duda es notable que los migrantes jaliscienses ocupen por segundo año consecutivo el primer lugar en el envío de remesas de los Estados Unidos al sumar 5 mil 236 millones de dólares en 2021.
Para dimensionar la importancia de esta cifra baste decir que equivale casi al 85 por ciento de lo que el gobierno estatal calculó como ingresos propios y federales el año pasado, y como bien lo documentó EL INFORMADOR ayer, en 111 municipios lo que envían los paisanos superan el presupuesto que tienen sus ayuntamientos, incluido el de la capital jalisciense que el año pasado recibió con sus envíos 12 mil 770 millones de pesos que superó por mucho los 9 mil 181 mdp que ejerció el gobierno de Guadalajara.
Sin embargo, el contexto de violencia y de inseguridad en el país, provocado principalmente por el imparable aumento en el poder corruptor y de fuego que les dan a los grupos del crimen organizado sus estratosféricas ganancias producto de la venta de drogas y la constante diversificación en otras actividades ilícitas, obliga a que las autoridades encargadas del combate al narco sigan las huellas de este enorme torrente de dinero en que se han convertido las remesas por el exponencial crecimiento que han tenido en los últimos años, aún en los dos últimos de pandemia. En Jalisco, por ejemplo, de 2020 al 2021 crecieron 26.10 por ciento.
Un primer plan de vuelo podría ser el Anuario de Migración y Remesas que elabora año con año el Consejo Nacional de Población que además de estudiar en qué se gasta ese dinero, tiene el seguimiento de los municipios a los que llega más dinero y de dónde vienen dichos envíos. En su ranking ,Guadalajara salió segundo el año pasado con poco más de 638 millones de dólares sólo debajo de Tijuana con 732 mdd. Zapopan aparece en noveno con 410 mdd.
Como en Jalisco, en todo México los 48 mil 959 mdd que llegaron en remesas y que ubican a México como el tercer receptor mundial luego de India y China, 98.9 por ciento fue vía transferencias electrónicas pero el 80 por ciento fuera de instituciones bancarias como tiendas de conveniencia, farmacias y tiendas departamentales.
Lo dicho, ante este panorama las autoridades no sólo debían festejar y colgarse la medalla de un logro que no les corresponde y que más bien habla de fracasos en la generación de empleos y en sus políticas económicas, sino atender los señalamientos que hacen expertos de la posibilidad de que parte de estos envíos de dinero formen parte de un nuevo proceso de lavado de dinero por parte de la delincuencia organizada.
Habría que checar de entrada si el aumento de estos flujos de verdad corresponden a municipios de alta densidad migratoria, ya que el crimen organizado buscaría blanquear dinero ante el cierre que hubo de las fronteras por la pandemia utilizando reclutadores de personas en ambos lados de la frontera para que presten sus identidades para que se les envíe el dinero a cambio de un pequeño porcentaje de comisión.
No vigilar las remesas nos podría convertir en amenaza lo que ahora es una buena noticia y transformarlas del sustento legal de muchas familias a más alimento para el monstruo del narco que acaba con comunidades enteras.
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