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Vienen a ofrecer ayuda, pero…

El informe dado a conocer hace 12 días -23 de septiembre- por parte del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos -bajo el título de ‘Estrategia para combatir los opioides ilícitos’, señala claramente que uno de los objetivos es ampliar las funciones de la Unidad de Investigación Criminal Transnacional que tienen en México, para atacar el trasiego de precursores, cerrar laboratorios clandestinos y arrestar la mayor cantidad de narcotraficantes y es precisamente el motivo de la visita de hoy de la ‘artillería pesada’ de la seguridad de nuestros vecinos del norte.

En el reporte se habla de ampliar “agresivamente” las operaciones para frenar la producción de fentanilo, expandiendo la actividad de “alto perfil” de los agentes desplegados en nuestro territorio en la localización de los centros operativos de los cárteles. Así que la presencia a partir de hoy -y hasta mañana- de funcionarios de la cúpula de seguridad de Washington, no es visita de cortesía, ni tampoco para desearle buena suerte a López Obrador en su último año de gobierno. Están aquí el secretario de Estado Antony Blinken, el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas, el Fiscal General Merrick Garland, la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca Liz Sherwood-Randall, el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental Brian Nichols y el subsecretario para Narcóticos Internacionales Todd Robinson. La plana mayor en donde la Casa Blanca coordina y descarga la seguridad.

Tampoco vienen para ‘avisarnos’ que nos van a invadir como una ‘jauría’ de legisladores republicanos han pregonado amenazadoramente desde el Congreso. Simplemente y sencillamente vienen con la preocupación que el problema los agobia por la estela de muerte que ha dejado en la sociedad estadounidense. Y algunos de ellos están conscientes de que el problema -como lo han externado en algunos medios- es de ellos en lo que se refiere a la distribución y abuso de miles de sus ciudadanos, además que les corresponde al gobierno de Estados Unidos frenar el paso de la ‘mercancía’ a través de su porosa frontera. Pero quieren ir más allá, hasta el lugar en donde se originan y de donde proviene la droga. Es por ello que quieren ofrecer la ayuda logística que consideran que México necesita para ‘tender un cerco’ a los narcotraficantes. Además, ponerse de acuerdo cómo manejar otro problema en común, como es el caso de las caravanas migrantes que se ha convertido en una situación incontrolable.

En lo que se refiere al combate al narcotráfico, López Obrador se ha mostrado renuente a recibir esa ayuda. Solo hay que recordar la reacción que tuvo el mandatario cuando en abril pasado la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) dijo que había vigilando al Cártel de Sinaloa, calificando de “intromisión abusiva y prepotente, que no debe aceptarse bajo ningún motivo”. Reacción desde Palacio Nacional que contradice lo que el reporte del Departamento de Seguridad Nacional, en donde se destaca que se colabora con intercambio de información y las investigaciones bilaterales, “que mejoran la capacidad del país anfitrión para investigar y procesar a personas involucradas en actividades delictivas transnacionales”. 

La visita  de la ‘artillería pesada’ estadounidense para esta cumbre de seguridad parece que atiende para colaborar en el combate a los orígenes del narcotráfico y hablar sobre protocolos de ayuda relacionados con los migrantes. Pero… hay que ver hasta dónde y con qué condiciones quieren ‘ayudar’, y hasta dónde Palacio Nacional quieren que ‘nos ayuden’. ¿Usted, qué opina?

daniel.rodriguez@dbhub.net

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