Víctor Guzmán y el dopaje en México
La suspensión del futbolista Víctor Guzmán por dar positivo en una prueba antidopaje el pasado 10 de agosto de 2019, además de significar su salida de Chivas y la cancelación de uno de los grandes fichajes de esta temporada, nos lleva a preguntarnos, ¿por qué hubo cinco meses de espera para conocerse ese resultado?
“No tiene sentido mantener un laboratorio que no remunera nada económicamente y sólo genera gasto”, declaró Ana Gabriela Guevara, directora de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), al anunciar el cierre del Laboratorio antidopaje del organismo.
El 31 de julio de 2019, este centro cerró sus puertas debido a la política de austeridad del actual Gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador. Sus costos de operación ascendían a 35 millones de pesos anuales y realizaban tres mil muestras de sangre y orina. Tenía la certificación oficial de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) y la Federación Mexicana de Futbol (FMF) pagaba 3 millones de pesos anuales para analizar los exámenes de sus afiliados.
En una investigación de la revista Proceso, se señala que la nueva dirigencia de la Conade ya no canalizó presupuesto para comprar cromatógrafos, reactivos, gases y otros materiales necesarios para analizar las muestras de sangre y orina. Y aunque Ana Guevara señaló que el laboratorio era un gasto superfluo, si hay dinero para hospedajes de nueve mil pesos la noche para funcionarios de la Conade, mientras empleados batallaban por cobrar sueldos atrasados de tres meses.
Sin embargo, este laboratorio se inmiscuyó en una polémica que derivó en la renuncia de la esgrimista Paola Pliego a representar a México en competencias internacionales, eligiendo a Uzbekistán como su nueva bandera. La deportista perdió la posibilidad de competir en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 debido a un error en el examen antidopaje que le hicieron, al marcarle un falso positivo, echando a perder el trabajo de cuatro años. La propia WADA la exoneró de todo castigo y tuvo que suspender momentáneamente el lugar*.
Tras el cierre de este Laboratorio, las muestras de sangre y orina se envían a otro centro ubicado en La Habana, Cuba, lo cual ha sido criticado por periodistas y especialistas al haber laboratorios más cercanos en Estados Unidos como el de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) que entregarían resultados de manera más pronta que los cinco meses que tardó el resultado de Guzmán. “Es un trabajo de colaboración con la isla, por costos, por hablar el mismo idioma, por la cercanía y la profesionalidad que ha demostrado Cuba en su laboratorio, que es uno de los más certificados y con mejores garantías”, justificó Ana Gabriela Guevara en noviembre.
La realidad es que todavía no se sabe la razón por la cual el laboratorio de La Habana haya tardado cinco meses en entregar el resultado de Víctor Guzmán, pero es una llamada de atención para replantear una mejor política antidopaje en el futbol nacional. Los costos son altos, pero vale la pena hacer más transparente y limpio el deporte mexicano
Ahora Víctor Guzmán está a la espera de que la prueba B le permita mostrar su inocencia. Ya pasó en 1999, cuando Paulo César “El Tilón” Chávez y Raúl Rodrigo Lara fueron suspendidos de la Selección al dar positivo por testosterona y nandrolona en la Copa América. Sin embargo, lograron probar su inocencia en una prueba B realizada en el laboratorio de la UCLA, que salió negativa, y no fueron suspendidos del futbol.
*Para una mejor explicación de este tema, sugiero que lea la columna de Diego Reos “Nos estamos equivocando de rival”, publicada en este sitio web.