Verificación tardía en fase crítica
Por los altos índices de contaminación que hemos padecido en estos primeros dos meses del 2023 en el Área Metropolitana de Guadalajara, y porque a lo largo del pasado 2022 dos de cada tres días respiramos aire de mala calidad, por donde se le vea, es una buena noticia que por fin, y luego de muchos sobresaltos, haya iniciado la aplicación del programa de verificación vehicular.
Ya se sabe que la llamada “verificación responsable” no resolverá del todo el problema de polución ambiental, pero sin duda será una importante contribución al buscar reducir la tercera fuente de contaminantes del aire como lo son las emisiones de los automotores.
Aunque el relanzamiento de este programa y su entrada en operación se da de forma tardía, en el último tercio de la actual administración ya mejoraron la marca de sus antecesores a los que se les fue el sexenio y de plano nunca lo pudieron echar a andar, pese a haber contratado al Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) para su diseño e implementación.
Pese a no haber cumplido sus propios plazos de iniciar la revisión vehicular en julio de 2019, que se fijaron cuando a inicios del sexenio alfarista presentaron el Organismo Público Descentralizado (OPD) Agencia Integral para la Regulación de Emisiones (AIRE) como parte de la Política Integral para la Gestión de la Calidad del Aire, que englobaron bajo el título de “Jalisco Respira”, finalmente lo pudieron reactivar el pasado mes de enero, bajo la responsabilidad del nuevo titular de la Semadet, Jorge García, quien sustituyó el año pasado a Sergio Graf.
Tras librar las críticas de dueños de talleres por el nuevo modelo, los señalamientos de favoritismos en las licitaciones de la tecnología y los centros de verificación, y el haber tenido que suspender su aplicación el año pasado por las fallas en el sistema digital para tramitar las citas de los automovilistas y la falta de líneas de verificación que causaban largas filas, ahora, a dos meses de su segundo inicio, la “verificación responsable” enfrentará la fase crítica de las multas que se empezaron a aplicar esta semana para los automovilistas que con placas terminación 1 no cumplieron con el trámite.
De los 433 mil ciudadanos con auto registrado que tuvieron que cumplir entre enero y febrero, sólo acudió el 9 por ciento, es decir, 394 mil quedaron ya en riesgo de ser multados.
Aunado a esta falta de respuesta ciudadana, por todo el tiempo (más de una década) que este programa estuvo en el limbo, empiezan a reactivarse las críticas y hasta manifestaciones de quienes reclaman que el programa tiene más fines recaudatorios que ambientales, las quejas del incumplimiento en las horas de las citas y las largas filas de nuevo, y hasta trámites de amparos contra el pase temporal para el chequeo del cumplimiento de la verificación.
Por eso, será fundamental escuchar las críticas para ajustar o enriquecer el modelo, aumentar las líneas de atención y cuidar a toda costa que no se abran espacios para la corrupción, que han echado a perder todos los intentos de verificación vehicular implementados por gobiernos desde la década de los noventas, y romper por fin esa nociva herencia.
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