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Verificación asfixiada

Mal inicio de la Política Integral para la Gestión de la Calidad del Aire, que bajo el título genérico de “Jalisco Respira”, presentó el Gobierno estatal hace más de seis meses. El 7 de febrero para ser exactos.

Y es que esta semana se cumple ya un mes de retraso del arranque de la “Verificación Responsable”, el nuevo modelo para relanzar el programa de revisión de emisiones de los automotores, que cuando anunciaron la creación del Organismo Público Descentralizado Agencia Integral para la Regulación de Emisiones (AIRE), aseguraron que en julio iniciarían con el nuevo programa, sin que hasta hora se eche a andar.

El incumplimiento se agrava ante el hecho que en lo que va del año, en el Área Metropolitana de Guadalajara, según datos de la propia Secretaría del Medio Ambiente estatal, el 80 por ciento de los días han tenido entre mala y muy mala calidad del aire, o en otras palabras, que menos de 50 días se ha registrado atmósfera respirable.

No por nada, la organización no gubernamental internacional Greenpeace decidió realizar en días pasados un estudio de medición de la contaminación en la ciudad, que confirmó a Guadalajara como una de las siete más contaminadas de la República Mexicana.

Así que bien haría la Semadet en informar a qué se debe el retraso en la apertura de los nuevos centros de verificación y cuál es la nueva fecha planteada para su inicio de trabajos, de lo que están pendientes los propietarios de talleres mecánicos interesados en participar.

El gobierno de Enrique Alfaro, y en particular su secretario de Medio Ambiente, Sergio Graf, deben revisar muy bien lo que está pasando para evitar un fracaso como el de sus antecesores que nunca pudieron lanzar su programa de verificación vehicular.

Como lo he apuntado aquí, en la pasada administración el sexenio se les fue posponiendo su arranque. A su llegada en marzo de 2013 se pusieron a revisar opciones para diseñar un nuevo modelo y empezarlo a operar en el primer semestre de 2014, pero lo único que lograron fue la contratación del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) para que los asesorará en su implementación, y su inicio se pospuso hasta luego del primer semestre de 2015. Ese año terminó y nada. En el 2016 tampoco lo pudieron implementar y cuando ya decían tener todo listo para echarlo a andar en 2017, vino el gasolinazo con el que justificaron su cancelación en supuesta solidaridad con la economía de los automovilistas. Nunca más hicieron el esfuerzo de retomar esta política con lo que su gestión, que concluyó en diciembre del 2018, dejó una penosa deuda que se expresa en que solo cada tres de cada 10 automovilistas cumplen con la verificación.

Por el bien de la salud de los que habitan en el Área Metropolitana de Guadalajara, ojalá esta historia no se repita.

jbarrera4r@gmail.com

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