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Vengativo, Andrés busca destruir al ministro Aguilar

Sin temor a equivocarme, puedo afirmar que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es el Presidente más rencoroso y vengativo en la historia reciente de nuestro país, y los ejemplos están a la vista de todos porque la plataforma de su conferencia mañanera es el instrumento sobre el que se planta para destruir personajes y trayectorias como la del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Luis María Aguilar Morales, quien es su más reciente víctima y contra quien ha echado a andar toda la maquinaria de Estado para arruinarlo, principalmente en razón de que en el cumplimiento de su labor otorgó una suspensión favorable a los gobiernos de Chihuahua y Coahuila para evitar la distribución de los polémicos nuevos libros de texto.

El pasado lunes 21 de agosto se decretó la suspensión, luego de que el ministro Aguilar aceptara la controversia constitucional tramitada por el Gobierno de Coahuila contra diferentes dependencias educativas con el objetivo de suspender la distribución de los libros de texto a los menores el lunes 28 de agosto, día en el que comienza el ciclo escolar 2023-2024.

La resolución de la Corte hizo que Coahuila se convirtiera en la segunda Entidad, después de Chihuahua, que no promoverá los nuevos libros de texto, mismos que aún tienen un proceso “trabado” debido a un amparo solicitado por la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), la cual exige a la Secretaría de Educación Pública (SEP) comprobar los procedimientos en la realización de los materiales que llegarán a los alumnos de niveles preescolar, primaria y secundaria.

Este proceder del togado ha generado la furia del titular del Ejecutivo de la Nación, quien lo ha tachado de “conservador” y de “adversario” a la cuarta transformación con sus resoluciones, mismas que dijo respeta, pero que se manifiesta en contra porque considera que dar marcha atrás con los libros de texto es una decisión “arbitraria, injusta, tendenciosa, conservadora y politiquera”.

Pero además, el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador no se quedó de brazos cruzados y presentó cuatro recursos de reclamación contra la resolución dictada por el ministro Luis María Aguilar.

De los cuatro recursos de apelación, dos de ellos fueron emitidos por la Consejería Jurídica de Presidencia y por la Secretaría de Educación Pública en los que cuestionan la admisión a trámite de las controversias promovidas por el Gobierno de Chihuahua.

En los recursos, las dependencias alegan que las controversias no debieron ser admitidas por la SCJN por improcedentes.

Los otros dos recursos impugnan la suspensión de la distribución de los libros de texto gratuitos.

Ayer se informó que tras los alegatos del Ejecutivo, la Primera Sala de la SCJN revisará la actuación del ministro Luis María Aguilar y los encargados de ello serán los también ministros Jorge Pardo Rebolledo y Arturo Zaldívar, siendo este último un lacayo que el Presidente maneja a su antojo.

Recientemente López Obrador arremetió nuevamente contra el ministro al asegurar que “está de oferta” y podría dar amparos en contra de los libros de texto en menos de 24 horas.

Como ya mencionaba al principio, López es un ser vengativo y rencoroso, y seguramente no se está limitando a ejercer la fuerza del Estado únicamente en el plano legal, pues quién sabe qué otras secretarías esté movilizando para quitarse de encima la piedrita en el zapato en que en estos momentos está convertido el ministro Aguilar, quien fuera presidente del SCJN.

No es de dudar que entre esas dependencias tenga trabajando a marchas forzadas en busca de expedientes al SAT (Sistema de Administración Tributaria) y la UIF (Unidad de Inteligencia Financiera) para ejercer mayor presión a quien, como se ha dicho, sólo ha actuado apegado a lo que marca la ley.

El caso es que llama la atención que el propio María Aguilar haya retirado de la sesión del pasado miércoles 23 de la Segunda Sala de la Suprema Corte un proyecto de sentencia que proponía separar del cargo al Presidente López Obrador en caso de que se negara a ratificar a una magistrada del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA).

“El proyecto de sentencia del amparo en revisión 386/2023 estaba listado para votarse y resolverse en la Segunda Sala de la Corte, pero Aguilar Morales solicitó de última hora retirar el asunto, según informó el ministro Alberto Pérez Dayán en su calidad de presidente de la Segunda Sala de la Corte.

A pesar de que la decisión del ministro Aguilar Morales no tuvo ninguna explicación, normalmente estas determinaciones se toman en las reuniones privadas previas que se celebran antes de las sesiones públicas”.(Aristegui Noticias 25/08/23).

Así que no deja de levantar sospechas que su determinación de retirar su propuesta de sentencia para separar de su cargo al Presidente de la República, coincida con las más recientes acusaciones que el Gobierno de López Obrador difundió en su contra por supuestamente beneficiar al empresario Ricardo Salinas Pliego en varios litigios fiscales por un monto de 25 mil millones de pesos.

Lo que es un hecho es que Andrés Manuel sabe muy bien qué tuercas apretar y en qué momento y eso es lo que está llevando a cabo contra el magistrado, quien conoce perfectamente el poder y de lo que es capaz el Presidente y por ello decidió extraer el documento de la orden del día.

Baste recordar casos recientes como el de la senadora Xóchitl Gálvez, quien es otra piedra en su zapato desde que decidió jugar por la representación del Frente Amplio por México para la candidatura presidencial del 2024, y le echó encima toda la caballada para exhibir sus cuentas obtenidas presuntamente de manera ilegal mediante abuso de poder, aunque en este caso, no ha podido sacar de la carrera por la Presidencia a la combativa legisladora.

Y como el de Xóchitl muchos casos más; periodistas como Carlos Loret de Mola y Ciro Gómez Leyva, a los que considera sus adversarios, son otras más de sus víctimas aunque a éstos tampoco ha podido doblegar ciertamente porque los expedientes son inventados; aunque no es menor lo ocurrido a Gómez Leyva, quien sufrió un atentado que casi le cuesta la vida.

Otro que recibió apretón de tuercas fue Arturo Zaldívar, ex presidente de la SCJN, a quien tiene comiendo de su mano siendo que con la otra sostiene los expedientes en su contra.

El tema es que Andrés Manuel lo que no aprendió de leyes durante los 14 años que estuvo en la Universidad, lo aprendió bien de sus amigos dictadores, cómo ejercen el poder; sólo hay que echar un vistazo a lo que está ocurriendo en Nicaragua con el tirano de Daniel Ortega, quien ha cargado contra los jesuitas disolviendo su orden y confiscando sus bienes.  

opinión.salcosga@hotmail.com

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