Una recuperación histórica: más de Jardines del Bosque y su capilla
Ya para casi terminar la ejecución de su proyecto para el fraccionamiento Jardines del Bosque en Guadalajara, hacia 1957, Luis Barragán construyó la capilla abierta del Parque de las Estrellas. Esta obra fue muy insensatamente perdida por largo tiempo, gracias a la inconsciencia de algún ayuntamiento que en los años 70 optó por retacarle a la capilla nada menos que una oficina del Registro Civil, desfigurándola totalmente.
Desde fines de los años 80 la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán insistió ante las autoridades y la opinión pública en el rescate de una de las poquísimas obras religiosas del mayor arquitecto mexicano. Sin éxito, hasta, afortunadamente, la presente administración. El mérito se debe sin duda al arquitecto Ricardo Agraz Orozco, director de Espacios Públicos del Ayuntamiento tapatío. Fue él quien encabezó la iniciativa del rescate y les encargó con tino a los arquitectos Sergio Ortiz Jiménez, Juan López Vergara Newton y Estefanía Álvarez Cruz, el proyecto de restauración y puesta en valor de la capilla y de su contexto en el parque.
El resultado es un muy relevante éxito total. Los colonos abrazaron con entusiasmo la obra, una vez superadas algunas dudas iniciales. Adecuadamente documentados y fundamentados, con el pleno apoyo del INBA y de la Secretaría de Cultura de Jalisco, los arquitectos emprendieron la ardua tarea que finalizó hace apenas algunas semanas. Ahora, este patrimonio universal de la arquitectura litúrgica del siglo XX puede ser visitado y apreciado por propios y extraños. Esto es un gran logro.
No es relevante, para la gran arquitectura, su cantidad de metros cuadrados construidos. La capilla abierta de Jardines del Bosque tiene un tamaño modesto, pero una inmensa significación. Es un lugar que con absoluta economía de recursos, apenas cuatro muros, convoca al recogimiento, la contemplación, el silencio, la trascendencia. Y lo consigue con creces. Esta capilla constituye un eco, un precedente y un paralelo al trabajo desarrollado por Barragán en el fraccionamiento de Las Arboledas en México. Algunos materiales básicos y similares: muros, eucaliptos, sombras, nubes pasajeras.
Es justo decir que el Ayuntamiento de Guadalajara ha contribuido, en los últimos años, a conseguir dos muy significativos rescates de obras barraganianas: el Parque de la Revolución, incluyendo la fiel reconstrucción del recinto infantil; y ahora la capilla del Parque de las Estrellas y el propio parque. No es aventurado decir que ambas obras se inscriben en el patrimonio universal de la arquitectura y que su repercusión va mucho más allá de lo local o lo nacional.
Dos observaciones indispensables: es necesario que el Ayuntamiento ponga en pleno funcionamiento el recinto de los niños del Parque de la Revolución, particularmente el pabellón con la refresquería, las bodegas y los baños. Y, en el caso del Parque de las Estrellas, que las puertas que hubo necesidad de incorporar en el proyecto para evitar desaguisados nocturnos estén invariablemente abiertas durante el día. Y, además, que se mantenga correctamente la fuente que está en el extremo de la avenida Mariano Otero. De ahí en más, ¡bravo!
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