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Una “pastoral” de consolación

Aunque siempre podrá decirse, parafraseando a Napoleón, que “’La Pastoral’ bien vale una misa”, la del jueves en el Teatro Degollado, con la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), dejó cierto sentimiento de frustración en el ambiente...

El público -media sala, incluido medio centenar de estudiantes invitados- acogió con resignación la noticia de que “por causas de fuerza mayor” (una indisposición estomacal, de la que nadie está exento), el británico Neil Thomson, director titular de la Orquesta Sinfónica de Goiás, en Brasil, no estaría al frente del ensamble para el concierto del jueves, noveno de la tercera temporada 2022 de la OFJ, y que, en consecuencia, no se interpretarían dos de las obras programadas: “Entropía de Occidente”, de Sebastián Herrera, y la Suite Sinfónica No. 1, “Paulista”, de César Guerra Peixe.

Así, Enrique Radillo, director auxiliar del ensamble, subió al pódium como emergente, y la velada se redujo a la Sinfonía No. 6, “Pastoral”, de Beethoven.

Las dos obras omitidas eran, en rigor, el complemento de la velada. “Entropía...”, segundo lugar en la edición del Concurso Nacional de Composición Orquestal “Raíces”, hace dos años, según el programa de mano, “busca emular el estado de crisis” causado por la pandemia de COVID-19. En cuanto a la Suite “Paulista”, se señala que “está inspirada en la música popular de la región”.

Este domingo, en la habitual repetición del programa, si las circunstancias son más propicias, el público tendrá ocasión de valorarlas.

Por lo que hace a la “Pastoral”, con la que seguramente están muy familiarizados los músicos de la Filarmónica, quedó la duda de la aportación que hubiera podido tener la mano de Thomson en la conocidísima partitura de Beethoven..., pero también la sospecha de que los excesos en los alientos metales, que fueron los más notorios y repetitivos pintitos en el arroz, aparecieron en el concierto por indicaciones de Thomson como resultado de los ensayos que dirigió.

En todo caso, aun los más exigentes aplaudieron el esfuerzo de Radillo y de los músicos por sacar las castañas del fuego de la mejor manera posible... sin perjuicio de salir con la sensación de que la del jueves estuvo muy lejos de cualquier versión de referencia -las de Klemperer, Walter, Abbado, Muti, Carlos Kleiber, etc.-... o, al menos, de la mejor “Pastoral” interpretada por la OFJ en su ya más que centenaria historia.

jagelias@gmail.com

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