“Una escultura que grita”
Para traer de vuelta la memoria de los tres estudiantes de cine desaparecidos el 19 de marzo de 2018, Jesús Daniel Díaz García, Marco Francisco García Ávalos y Javier Salomón Aceves Gastélum, sus familias, compañeros y maestros, organizaciones de familiares y grupos civiles organizaron diversas manifestaciones ayer en Guadalajara.
Por la mañana, desde la Universidad de Medios Audiovisuales (CAAV) se convocó a una marcha para enfilar hacia la renombrada Glorieta de los Desaparecidos. Al llegar al lugar se intervino la glorieta con la siembra en grandes macetones de tres árboles, en recuerdo de los tres estudiantes y a los que nombraron “memoria”, “verdad” y “justicia”, los lemas que guían el caminar de las organizaciones de familiares de desaparecidos.
Por la tarde se llevaron a cabo dos manifestaciones casi simultáneas en recuerdo de los tres chicos de cine desaparecidos y que sin prueba alguna el Gobierno estatal, trató de hacer creer que habían sido asesinados y sus cuerpos disueltos en ácido. Sin pruebas fehacientes y definitivas.
Y pasado medio día se llevó a cabo otra acción en memoria de los tres estudiantes de cine. En la estatua de Fray Antonio Alcalde colocada en la Rotonda de las y los Jaliscienses ilustres el pasado 5 de diciembre, Alfredo López Casanova, creador de la escultura, y Sofía Ávalos Ornelas y Virgilia García García (madres de Marco y Daniel, respectivamente), hicieron una segunda develación en la obra: con sencillas herramientas quitaron una pasta que cubría el contorno de la base donde se asienta el fraile.
Y así aparecieron las siguientes frases: “Jalisco tiene 6,503 desaparxcidos”, en el costado derecho; “Memoria, verdad y justicia”, en el lado izquierdo; “Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”, al frente; y “No son 3 somos todxs” en el libro que sostiene el fraile. Las frases estuvieron ocultas desde comienzos de noviembre pasado cuando el escultor Alfredo López terminó la obra y las ocultó deliberadamente con pasta para que salieran a la luz pública en un momento oportuno.
Este día fue ayer, explicó Alfredo López, porque se quería esperar a una coyuntura como el primer aniversario de desaparición de los tres estudiantes. El escultor tiene una larga trayectoria en obras artísticas que tienen implicaciones políticas. Es autor de la escultura a los damnificados del 22 de abril Guadalajara, de la Estela Contra el Olvido y participa en el colectivo del proyecto Huellas de la Memoria.
No por esta experiencia deja de sorprender la astucia de inscribir frases en memoria y exigencia a favor de los desaparecidos que colocó en la estatua de Alcalde y que ayer vieron la luz.
Así explicó Alfredo López su gesto político en esta obra artística: “(…) lo que hago es mi obligación como ciudadano preocupado por lo que sucede en mi país y en mi Estado. Muchas veces uno hace las cosas hasta cierto punto como con una gran impotencia. Es una rabia la que existe ahí, es una escultura que grita”.
En efecto, las letras inscritas en la escultura serán un grito doloroso de que en Jalisco y en el país faltan miles de desaparecidos, y a la vez una exigencia de memoria, verdad y justicia que mueve a sus familiares que los buscan. Un hermoso gesto político de Alfredo Casanova, y una muestra de las mil y un artes que tiene la resistencia para emerger y confrontar al poder.
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