¿Un pirómano en Guadalajara?
Una amiga me escribió ayer: “oye, tú que sabes todas las noticias, ¿qué hay detrás de los incendios en los super? ¿Es un loquito? ¿Es cierto que van cuatro?”.
Esto ha confirmado Enrique Alfaro:
Se puede hablar de una relación y un fuego intencional en el Walmart y el City Club ubicados en Zapopan. En ambas tiendas, el siniestro comenzó en el área de colchones y blancos sin el uso de gasolina o acelerantes, sólo en puntos de alta flamabilidad.
Hubo otros dos incendios en lotes de autos que, según el gobernador, responden a lógicas distintas, sin vínculo con las tiendas de autoservicio.
El hecho de que los incendios ocurrieron en Zapopan, casi en la misma semana y a distancias de dos a seis kilómetros entre uno y otro, ha generado mucha especulación y desinformación.
Sin embargo, no hay indicios, según el mandatario, de que el crimen organizado esté detrás (inquietud razonable entre ciudadanos, pues últimamente los malos están detrás de todo y a veces en primera fila).
Alfaro informó que los peritajes e investigaciones de la Fiscalía del Estado podrían dar resultados “en las próximas horas” tras el análisis de los sistemas de videovigilancia.
Hay otra hipótesis: se trata de un pirómano.
El “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5” define a la piromanía como el impulso y excitación por provocar incendios. El sujeto experimenta fascinación, gratificación o alivio al ocasionar y presenciar un fuego intencional.
Detrás no hay una motivación económica o política. Sólo un impulso placentero por quemar. Con frecuencia padecen trastornos por consumo de alcohol u otras sustancias, personalidad antisocial, depresión y ludopatía.
“La piromanía se presenta más frecuentemente en los hombres, especialmente en aquellos con peores habilidades sociales y problemas de aprendizaje”.
El manual indica que a menudo los pirómanos están entre los “mirones” del incendio que provocaron. También suelen frecuentar el servicio de bomberos local e incluso llegan a ser bomberos.
Preparan sus actos piromaniacos con mucha antelación y cuidado.
El manual señala que se desconoce su prevalencia y, sobre su origen como trastorno, apunta a una relación de la experimentación infantil y juvenil con el fuego.
En resumen, lo que nos faltaba, ¿un pirómano en Guadalajara?
P.D.
Ayer por la tarde, un menor quemó dos colchones en un Aurrerá de Miramar, Zapopan. Fue retenido y liberado por personal de seguridad privada. El gobierno de Jalisco descartó una persecución y señaló como falsos los videos que circularon al respecto.
jonathan.lomeli@informador.com.mx