Un partido político en la Luz del Mundo
En la más reciente sesión del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), con votación a favor de todos los consejeros, fueron aprobados los registros para ocho nuevas agrupaciones políticas nacionales. Parece un trámite más. Pero al revisar con detenimiento, una en particular de las nuevas agrupaciones es llamativa porque está directamente ligada a la Iglesia de la Luz del Mundo. Su nombre: Humanismo Mexicano.
Tres de sus promotores son diputados federales en la bancada de Morena: Favio Castellanos Polanco, Hamlet García Almaguer y Emmanuel Reyes Carmona. Los dos primeros jaliscienses y el tercero de Guanajuato, pero integrado a las actividades partidistas para las elecciones 2024 en Jalisco. Los tres son identificados como miembros de la Luz del Mundo.
La interpretación generalizada es que esta iglesia cristiana fundada en Jalisco en el año 1926 por Eusebio Joaquín Flores, gracias a acuerdos políticos con el entonces presidente Plutarco Elías Calles (detonador de la llamada Revolución Cristera), está a un paso de tener la representación de un partido político. Sería el paso siguiente.
La Ley General de Partidos Políticos establece en su artículo 20 que “las agrupaciones políticas nacionales son formas de asociación ciudadana que coadyuvan al desarrollo de la vida democrática y de la cultura política, así como a la creación de una opinión pública mejor informada”. Es una teorización, pues la mayoría de las nuevas agrupaciones, igual que las ya existentes, adoptan agendas que los ligan con otros partidos o liderazgos políticos.
De hecho, Humanismo Mexicano declara abiertamente su plan de trabajo a favor de Morena y el proyecto que actualmente encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Para conseguir su registro, cumplieron de sobra con los requisitos establecidos en la misma ley: casi 25 mil firmas de ciudadanos (se requieren cinco mil) y también celebraron asambleas en al menos 17 Estados de la República.
De manera práctica, lo que acontece es el empoderamiento de los tres personajes antes mencionados. Castellanos Polanco, García Almaguer y Reyes Carmona ya tenían presencia real con sus aliados en los consejos nacional y estatal de Morena. Pero al contar ahora con la agrupación Humanismo Mexicano, se consolidan como firmes competidores, especialmente en nuestro Estado, de los otros grupos políticos internos del partido.
Personajes como el regidor Carlos Lomelí Bolaños y José María Martínez, que aspiran a ser candidatos a la gubernatura, están desde ahora obligados a negociar con los diputados de la Luz del Mundo las candidaturas estatales y federales.
En sus redes sociales, el diputado Emmanuel Reyes se apresuró a aclarar que Humanismo Mexicano “es una organización ajena a cualquier asociación religiosa” y que está “integrada por personas con pluralidad de pensamientos”. Además, subraya que entre sus principios rectores figuran el laicismo, la inclusión y la diversidad. Naturalmente, como toda afirmación, puede cuestionarse. En los hechos se comprobará.
Los feligreses de la Luz del Mundo, igual que todos los creyentes de cualquier iglesia o asociación religiosa, tienen derecho a su credo, a su actividad política y a presentarse a ocupar cargos públicos. Eso no se discute.
Pero ante los acontecimientos recientes en las cámaras de Diputados y Senadores, la polarización creciente y la batalla por el poder que anuncia el proceso electoral 2024, es importante advertir la creciente influencia política de los actores relacionados con esta iglesia.
Miembros de la Luz del Mundo habían alcanzado espacios en administraciones pasadas y con diferentes partidos políticos, pero generalmente en territorio estatal. Ya se instalan en el ámbito federal y tienden a crecer. Su futuro inmediato está ligado a Morena.