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Un año sin Comisión de Derechos Humanos en Jalisco

Hoy se cumple un año de que Luz del Carmen Godínez asumió como titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ). También se cumple un año de una comisión ausente y anulada a tres décadas de su creación. 

Varios síntomas revelan el estado comatoso de la institución. Este lunes, el Consejo Ciudadano de la Comisión, integrado por ocho ciudadanos de cargo honorífico más la presidenta, rechazó por cinco votos contra cuatro la propuesta de presupuesto por 166.8 millones de pesos para el próximo año (esta es la primera vez que ocurre). Según la ley, el Consejo Ciudadano avala y entrega el presupuesto de la CEDHJ al Congreso local para su aprobación. De no ocurrir así, el gasto del próximo año tendrá que ser exactamente igual al de 2023. 

En la sesión, los consejeros cuestionaron un gasto adicional de seis millones de pesos para nómina, cuatro millones de pesos para reparaciones del edificio sede y 250 mil pesos para “productos alimenticios para el personal”.   

El consejero Carlos Elizondo exigió además la renuncia de la presidenta por la falta de resultados. En una acalorada discusión, Luz del Carmen Godínez acusó al consejero de violencia de género, pero él jamás se refirió a ella por su condición de mujer sino a sus resultados como ombudsperson. 

Esta crisis interna en la CEDHJ pasó desapercibida en medios de comunicación. Parece que la institución se ha vuelto poco eficiente incluso en lo mediático. 

La ineficacia, captura y erosión de la credibilidad de la CEDHJ comenzó con Felipe de Jesús Álvarez Cibrián y sus excesos. Con Alfonso Hernández Barrón el emecismo se infiltró y convirtió en botín a la institución. La estocada final, que pasó de la subordinación a la anulación, llegó con Luz del Carmen Godínez. Recordemos que la actual presidenta fue elegida por los diputados locales -con mayoría naranja-  a pesar de incumplir con el perfil. La ley indica que para ocupar el cargo es necesario no haber ejercido como funcionario al menos dos años antes de la designación, y Luz del Carmen Godínez era servidora pública de Guadalajara en ese momento. 

Con la actual presidenta al frente de la CEDHJ, la institución ha estado ausente y silenciosa ante los temas de coyuntura que más vulneran los derechos humanos de los jaliscienses. Como si el no incomodar al poder político estuviera por encima de las víctimas. Una actitud fundamental para la progresividad de los derechos humanos consiste en importunar y sacudir a tiempo al poder. 

O alguien ha sabido de Derechos Humanos Jalisco en torno a la crisis de la basura en Guadalajara, el manejo irregular del vertedero de Matatlán, el agua sucia que entrega el SIAPA, la detención en Tlaquepaque de la esposa buscadora Nadia Araceli Castañeda, las maniobras autoritarias para retirar el antimonumento, la suspensión de búsquedas de desaparecidos, la crisis de inseguridad en Encarnación de Díaz, los desplazados de Teocaltiche, las fosas clandestinas de Tlajomulco, los desaparecidos, el asesinato de policías y funcionarios, el aumento inédito de la violencia intrafamiliar y los fraudes, la crisis de movilidad para los vecinos de López Mateos y Carretera a Nogales y tantos otros temas que vulneran los derechos humanos de los jaliscienses todos los días. 

Este año la Comisión sólo ha pronunciado una medida cautelar por la represión a vecinos del Parque San Rafael para realizar las del depósito pluvial del SIAPA. Mañana comparto algunos indicadores puntuales que documentan la debacle de la institución. 

Sí, estábamos mejor cuando estábamos peor. 

jonathan.lomeli@informador.com.mx

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