Tokio 2020

Ideas

Un amante del beisbol ha partido

Estoy seguro que él jamás me permitiría faltara a mis compromisos, y es por ello que en esta ocasión, al tiempo que me permito destacar como algo histórico y digno de encomio el que la Selección mexicana de beisbol que nos representa como país en el certamen preolímpico Premier 12 haya logrado ya su calificación para estar presente en el hexagonal con motivo de los próximos Juegos Olímpicos a celebrarse en Tokio en el verano de 2020, hago propicia la ocasión para recordar en este espacio -con el permiso de la casa editorial que amablemente nos hospeda para publicar esta colaboración periódicamente durante todas las semanas del año-, y dedicarle la columna de este día a Don Guillermo Cosío Vidaurri, quien además de un gran hombre, destacado mexicano y excepcional jalisciense, se distinguió por ser un apasionado e intenso promotor de nuestro rey de los deportes: el beisbol.

Al escribir hoy, no puedo evitar recordar diversos momentos de mi convivencia con él como hijo, entre los que destacan el cómo me inculcó el gusto y pasión por el beisbol, pues fue él quien a varios de los que integramos la familia Cosío Gaona logró atraernos a lo que para él era una de sus grandes pasiones, además de la política vista como el arte de servir a la sociedad, nos incursionó en la pasión deportiva por el deporte rey.

Llegan a mi mente los recuerdos de haber acudido de su mano a muchos cotejos tanto amateurs y Ligas sindicales y sociale,s como a disfrutar encuentros y manifestar nuestro apoyo a los Charros de Jalisco en aquel legendario Parque Tecnológico de la Universidad de Guadalajara, allá en la Colonia Olímpica del Oriente de la urbe tapatía.

También recuerdo cómo en compañía de mi hermano Guillermo nos llevó incluso en algunos viajes en que coincidíamos con que el equipo jalisciense enfrentaba algún competidor en diversas locaciones, en aquel entonces participando los albicelestes en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), nuestro máximo circuito profesional beisbolero jugándose en primavera-verano.

Interminables charlas durante muchas etapas de la vida tanto en la niñez como en la temprana juventud y más aún en la madurez compartiendo episodios y pasajes de interesantes cotejos tanto de nuestros queridos Charros, como incluso de la Gran Carpa.

Mi padre fue un apasionado de la promoción deportiva y fue un intenso promotor del deporte como elemento fundamental para la salud de la sociedad y así nos gustará recordarlo.

Todavía presente durante la nueva etapa de Charros de Jalisco ahora en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), el máximo circuito beisbolero profesional jugándose en otoño- invierno, por invitación expresa del Consejo de Administración de la  organización blanquiazul acudió a gran cantidad de eventos desde la campaña del regreso de Charros en 2014 hasta la anterior, tocándole el gusto y el placer de haber visto coronarse a su querido equipo en enero pasado.

Ya antes habíamos disfrutado la coronación del equipo en el año 1971 y la inmediata anterior cuando el equipo fue campeón en el año 1967, donde también estuvimos juntos.

Él se ha ido físicamente, está ya en otro plano, pero estoy seguro que desde donde ahora se encuentra, en lo más alto, seguirá pensando en lo mejor para la sociedad y entre ello, en que el beisbol como todos los deportes sigan siendo un instrumento de armonía, de esparcimiento de cultura y de paz.

Un amante del beisbol ha partido, pero nos queda su legado que es el gran amor por el beisbol y por los Charros de Jalisco.  

Bambinazos61@gmail.com

@salvadorcosio1

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