Ideas

UNAM, censurada y humillada por Andrés y Yasmín

Mandar acallar a la Máxima Casa de Estudios del país es la acción más insolente y pugnaz que alguien haya tenido en contra de la UNAM desde que el ex presidente Gustavo Díaz Ordaz pusiere de manifiesto su vocación autoritaria y falta de sensibilidad ante un movimiento universitario que, además de responder a la problemática nacional, se relacionaba con las expectativas transformadoras de la juventud en el ámbito global en aquel 1968 que “no se olvida”. Y “no se olvida” por la serie de abusos y excesos en que incurrió aquel ex mandatario mexicano, y que ahora mismo estamos presenciando, teniendo como protagonista a la muy polémica ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel Mossa, para quien no ha sido necesario hacer que corra sangre para conseguir su objetivo de aplicar la ley mordaza a la Universidad Nacional Autónoma de México y coartarle sus derechos de expresión y manifestación de ideas. 

Yasmín Esquivel Mossa obtuvo el jueves una suspensión provisional en contra de los lineamientos para la integración del Comité de Ética de la UNAM, que analiza su situación. Y a nadie sorprende que la medida cautelar que por el momento beneficia a la togada fuese emitida por el Juzgado Quinto de Distrito en materia Administrativa de la Ciudad de México, a cargo de la jueza Sandra de Jesús Zúñiga, quien admitió la demanda de amparo y otorgó la suspensión provisional en contra del origen del Comité de Ética universitario, encargado de revisar las posibles sanciones que se derivarían por el plagio del ensayo con el que se tituló Esquivel Mossa.

La suspensión emitida por la jueza, que muchos piensan la hizo bajo presión por tratarse de una ministra de la SCJN, establece además que las autoridades involucradas deben abstenerse de emitir comunicados o conferencias relativas al caso puesto que ello atenta contra el principio de presunción de inocencia.

Así es, leyó usted bien, la ministra que en septiembre de 2022 votó a favor de la prisión preventiva oficiosa que niega la presunción de inocencia (para congraciarse con su mesías, Andrés Manuel López Obrador) es la misma que en febrero de 2023 ha obtenido un amparo para ser protegida por el principio constitucional de la presunción de inocencia. La hipocresía, pues, en su máxima expresión. 

La jueza aclara en su fallo que la suspensión sólo se otorgó en contra de los lineamientos que permitieron la formación del Comité de Ética de la UNAM, y “no suspende cualquier otro acto diverso que no sea materia de la demanda de amparo”.

No obstante, al impugnar el origen mismo del Comité de Ética, a la postre, si se le concede el amparo a la ministra, cualquier actuación de ese grupo colegiado quedaría invalidada.

Por otro lado, hay que admitir que la actuación de la UNAM en todo este lío ha sido, por lo menos decirlo, cobarde, por parte de las autoridades.

El rector Enrique Luis Graue Wiechers tuvo una oportunidad de oro para dar un golpe de autoridad desde el mismo momento en que la FES Aragón emitió una resolución en la que consideraba el plagio de la ministra de una tesis entregada en 1987, pero contrario a fajarse, emitir una postura y desconocer el título de la ministra, se lavó las manos y optó por “pasar la bolita” a la Secretaría de Educación Pública, donde evidentemente nunca iban a ir en contra de la ministra amiga del Presidente. 

Este viernes la UNAM ha salido con un comunicado en el que expresa su desacuerdo respecto a que los Comités de Ética de la FES Aragón y de la UNAM no puedan emitir resolución, opinión, dictamen o recomendación sobre el presunto plagio de la tesis de licenciatura de la ministra Yasmín Esquivel.

En el documento se lee:

1.- Esta casa de estudios es respetuosa de la ley y acatará lo estipulado en el acuerdo de suspensión provisional referido, en el sentido de no divulgar información relativa al caso y hará uso de los recursos jurídicos a que tiene derecho.

2.- La Universidad es un espacio de libertades, donde la pluralidad de las ideas se expresa y confronta sin restricciones ni cortapisas. En la Universidad no se acallan las voces; por el contrario, es donde se alienta el debate y se cultiva el pensamiento crítico. La censura siempre será contraria a la esencia de la Universidad.

3.- Por eso, la UNAM lamenta y no puede estar de acuerdo con el mandato judicial que busca silenciarla, coartando su libertad y el derecho a la información de los universitarios y de la sociedad.

Yasmín Esquivel rechazó que pretenda censurar a la Máxima Casa de Estudios del país, pero ante lo evidente no hay justificaciones.

La buena y muy esperanzadora noticia es que la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández, inició una consulta al pleno para definir el trámite que se debe dar a las denuncias presentadas contra la ministra Yasmín Esquivel Mossa, quien desde diciembre pasado ha sido señalada por supuestamente cometer plagio.

El acuerdo de la consulta al pleno fue emitido por la ministra Piña el pasado 7 de febrero, fecha en la que ordenó turnar el expediente al ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá para que sea él quien haga la propuesta del trámite a seguir sobre estas denuncias. Y habremos de estar muy pendiente de ella, pues me permito recordar que “El Foro Plural Jalisco”, del cual formo parte, en días pasados presentamos diversos recursos por el caso de la ministra tanto en la SCJN como en la UNAM y otras instancias y estaremos pendientes del curso que sigan los procesos. 

Por lo pronto, sabemos que el próximo 22 de febrero se llevará a cabo la audiencia en la UNAM en la que se resolverá si se concede la suspensión definitiva. 

El asunto es que si algo hay que reconocerle a la ministra plagiaria es su capacidad para torcer las leyes, para encontrar leguleyadas y cambiar las los hechos, porque no hay que olvidar que de acuerdo con la propia Universidad Nacional Autónoma de México, fue ella quien plagió la tesis de otro estudiante que la presentó un año antes que ella, y el sujeto, quien ya había asegurado haber sido el autor original de la tesis, terminó declarando que fue él quien la plagió, aunque sus palabras, sus historias y sus argumentos no tengan lógica ni gocen de credibilidad. 

La pregunta es: ¿hasta dónde será capaz de llegar la ministra Yasmín Esquivel para evitar perder su posición en la Suprema Corte de Justicia de la Nación?

opinión.salcosga@hotmail.com
 

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