Tu sangre es vida
Don Silverio tiene mes y medio internado esperando que lo operen. En el hospital es requisito que los pacientes siempre estén acompañados por algún familiar, así que desde que llegó -hace casi 50 días- su esposa ha estado todo el tiempo a su lado, las 24 horas. La señora Felipa sólo sale una vez al día a buscar qué comer frente al hospital y se regresa, el resto del día lo acompaña sentada en una vieja silla de metal junto a la cama o caminando para estirar las piernas y, por las noches, dormitando a ratos tirada en el suelo.
“Yo creo que me quiere mucho porque ha aguantado todo este tiempo y hasta se volvería a casar conmigo”, dice entre bromas Don Silverio. “Bueno, eso digo yo, quién sabe si ella piense igual”, suelta mientras voltea a verla con mirada pícara.
La pareja tiene 40 años de casados, son de Puerto Vallarta, donde él es albañil y tienen seis hijos, pero sólo uno de ellos está en Guadalajara. El joven suple a su mamá los sábados para que ella pueda salir un par de horas del hospital a lavar la ropa que usó, en casa de la amiga de una prima, porque no conocen a nadie más en la ciudad.
Este miércoles Don Silverio por fin entró a cirugía del corazón. El día que los conocí me dijeron que le faltaban dos donadores de sangre para completar la cuota que les estaban pidiendo para operarlo. Ahora necesitan urgentemente plaquetas A positivo, pero no encuentra donadores. “Me dicen que tenemos que conseguir sangre A positivo, y no hemos hallado”, dice angustiada la señora Felipa.
En México no es sencillo acceder a sangre segura; es decir, no es que en los Bancos de Sangre todo el tiempo se tengan las unidades de sangre suficientes para quienes las necesiten; conseguirla requiere, en la gran mayoría de los casos, solicitarle a familiares y conocidos que acudan a donar. Y pueden pasar días, semanas o meses para tenerla.
De hecho, nuestro país se encuentra en los últimos lugares de América Latina en la donación de sangre de manera altruista. Según datos de la Universidad de Guadalajara, apenas un 6.8 por ciento de la sangre se obtiene por donantes altruistas y el resto es por reposición o donación familiar. El ideal sería que la totalidad fuera altruista, pero existe miedo, desconocimiento y desinterés, además de los procesos para hacer la donación.
Los 450 mililitros de sangre que se extraen, en promedio, a cada donante significan vida para los pacientes de cirugías, accidentados e infantes con cáncer.
Entre los requisitos para donar está el tener entre 18 y 65 años, pesar más 50 kilogramos y ayuno mínimo de cuatro horas (sin consumir alimentos con grasa 24 horas antes de la donación); no haber ingerido bebidas alcohólicas 72 horas antes ni medicamentos en los últimos cinco días, y no haber estado enfermo de gripe, tos o diarrea. Las mujeres pueden donar hasta tres veces al año, y los hombres hasta cuatro veces.
Mientras Don Silverio de Jesús González Mata se recupera de la cirugía, su esposa confía en que llegue algún donador de sangre altruista para completar las plaquetas A positivo que les están solicitando. Él se encuentra en terapia intensiva de Cardiología del Centro Médico de Occidente del IMSS, en Guadalajara.
A las penurias que padecen los enfermos, agregue usted el tener que conseguir sangre.