Trump ya "escucha pasos en la azotea"
Se dice que la expresión “oír pasos en la azotea” se interpreta como una sospecha de que se avecina un desastre. Y esa es precisamente la impresión que en los últimos días ha provocado el expresidente Donald Trump con sus comentarios de campaña. El optimismo -con rostro de soberbia- siempre ha sido su característica. Nunca ha sido pesimista y cuando se siente perdido, recurre a la mentira y demuestra euforia con signos de confianza y triunfo. Sin embargo, sus declaraciones del jueves y domingo pasados, nos hablan de que su mente se está enfrentando a una realidad donde una victoria electoral cada día se aleja más de su futuro mediato.
El jueves en un evento en Washington, Trump hizo una amplia exposición sobre sus quejas en contra de los judíos estadounidenses -que representan casi el 3 por ciento de la población en Estados Unidos y que se consideran uno de los grupos demográficos más consistentemente liberales- que no han votado por él, refutándoles su casi permanente afiliación por los demócratas. Denunció en tono fuerte el antisemitismo y les dijo que “si no gano esta elección” entonces el pueblo judío “tendría mucho que ver con la derrota”. Y en un segundo evento -el mismo día- repitió las mismas expresiones, además de señalar que de votar contra él, estarían “votando por el enemigo”, haciendo referencia por la hipotética derrota de Israel, que sucedería si pierde la elección. Y el domingo, dijo en una entrevista que en caso de perder no volverá a postularse en los comicios del 2028. “No, no me veo… creo que será todo. No me lo imagino en lo absoluto”, señaló rotundamente.
El pesimismo de Trump, después de sentirse seguro de regresar a la Casa Blanca compitiendo con Joe Biden, se empezó a desvanecer con la postulación de Kamala Harris. Y es que no es para menos, ya que la encuesta de encuestas de principio de semana -que es un promedio de los principales sondeos de opinión- muestran a Harris 5 puntos arriba del exmandatario (49% vs. 44%); la percepción positiva como candidato que en Julio pasado era muy superior por parte de Trump (50 % sobre 32% de Kamala) hoy se ha invertido, mostrándose arriba la vicepresidenta por 48% a 45%. Y en la pregunta directa de quién es mejor candidato en general, Kamala supera al expresidente por 47% a 38%.
Todos esos números fríos son los motivos por los que el altanero Trump empieza a “escuchar pasos en la azotea”, a “disparar” culpas, mostrarse pesimista y posiblemente empezar a resignarse a abandonar su carrera política, para dedicarse “en cuerpo y alma” para atender en las cortes de justicia las decenas de cargos criminales que hay en su contra. ¿Usted, qué opina?
daniel.rodriguez@dbhub.net