Tres de arqueología
En recuerdo de la gran voz, poética y física, de Eduardo Lizalde.
RIP.
Guatemala: cambio en la datación del calendario maya
El sistema de los meses y los años entre los mayas es uno de los elementos más conocidos de esa cultura, con su doble contabilidad en términos solares (el Haab, año de 365 días) y lunares (el Tzolk’in, de 260), fruto de la observación precisa de los movimientos celestes. Hasta ahora se había creído que el sistema maya se remontaba al final de la era precristiana, pero ahora se ha sabido que data cuando menos del siglo III aC. En un artículo publicado el pasado abril en la revista Science Advances, arqueólogos de la Universidad de Austin y de Skidmore College informan que la posibilidad de establecer este dato se dio gracias a unos fragmentos de frescos descubiertos entre 2005 y 2010 en una estructura maya preclásica llamada Ixbalamque, debajo de la pirámide posterior llamada de Las Pinturas, en San Bartolo, Guatemala. Entre esos vestigios de pintura sobre yeso figuran glifos calendáricos, que pudieron ser datados porque en el mismo contexto arqueológico se hallaron también piezas de madera contemporáneas de la construcción que pudieron ser fechadas por las pruebas de carbono que permiten mayor precisión cronológica. El glifo hallado combina, a la usanza mesoamericana, una cifra y un animal, que señalan los días del calendario ritual.
Jerusalén: el antiguo frontal del altar del Santo Sepulcro
El pasado abril, un equipo de arqueólogos israelíes y austriacos que trabajan en la restauración de la iglesia del Santo Sepulcro descubrió que una gran losa de piedra de más de dos metros de ancho, descuidado y arrumbado en un patio trasero, resultó ser el antiguo frontal del altar mayor medieval, que data de 1149, en tiempos de las cruzadas. Se trata de una buena parte de la pieza que habrá que limpiar con todo cuidado, pues como explica uno de los especialistas de la Autoridad Arqueológica de Israel, ahora no puede ser apreciada, pero es una valiosa muestra del trabajo llamado cosmatesco, una especie de taraceado en piedra con fragmentos de mármol y de vidrio de colores, con influencias romanas y bizantinas, semejante a algunas obras de los siglos XII y XIII (pisos, retablos, etc.) conservadas en Italia.
Alejandría: talleres de alfareros del siglo I aC
Al poniente del puerto Alejandría, en el sitio llamado Tabba Matouh, donde trabaja actualmente una misión arqueológica egipcia, han salido a la luz numerosos hallazgos, desde figurillas y utensilios de cocina hasta tumbas, pero uno de los descubrimientos más recientes y que los arqueólogos considera el más importante es un conjunto, en muy buen estado de conservación, de talleres y hornos de alfarería que data de principios de la era cristiana. Los hornos fueron tallados en la roca y se puede apreciar la entrada abovedada por la que ingresaban los alfareros para colocar las piezas. La puerta del horno se sellaba luego, antes de encenderlo, con arcilla y fragmentos de barro cocido, y el combustible se metía por una pequeña apertura bajo la entrada.