Transporte público: que ahora sí
Las seis muertes provocadas en incidentes donde se han visto involucradas unidades del transporte público en lo que va del año, echaron abajo el objetivo que se habían propuesto en la Secretaría del Transporte de que en el 2020 no habría víctimas mortales por este motivo.
Tras los dos primeros atropellamientos trágicos, reconsideraron y se fijaron el propósito de lograr al menos 30 días sin accidentes, meta que se alcanzó, pero al día siguiente devino una ola de incidentes viales en los que camiones urbanos provocaron las otras cuatro muertes que van en este año.
En descargo, en la Secretaría del ramo aseguran que se está dando, y que bueno, un seguimiento puntual con los familiares de las víctimas para asegurar la reparación del daño y que seguirán trabajando para tratar de reducir al máximo estas muertes.
Como lo he apuntado aquí, en el primer año de la administración alfarista se logró bajar un 50 por ciento el promedio de muertes por este motivo al registrarse 30, cuando el promedio en los últimos 25 años había sido de 62. Pero prueba de que se debe seguir trabajando en el tema es que los 286 percances en los que se vieron implicadas unidades del transporte público el año pasado, mantienen el promedio de este mismo lapso de 5 atropellamientos no mortales por semana.
Y es que, si partimos que la expresión más grave y criminal de un mal sistema de transporte público, son sin duda los atropellamientos y las muertes de usuarios y transeúntes provocadas por los camiones, 30 familias que se enlutan por esa razón, siguen siendo muchas.
Por eso ojalá que esta vez sí se cumpla la implementación y el tránsito del caduco y criminal modelo del hombre-camión al de la ruta-empresa, que implica entre otras cosas, la anunciada compra de mil 200 unidades para sustituir los camiones con más de una década de uso y el pago electrónico, a más tardar en abril, según dijo el gobernador Enrique Alfaro.
Como se recordará a fines de febrero de 2019, cuando se presentó el plan sexenal para lograr un Modelo Integral de Movilidad se prometió que ese mismo año se lograría el fin de los hombres camión y la reorganización de todas las rutas, cosa que no se logró pese a que todavía en julio, cuando se trató de justificar la polémica alza en las tarifas del transporte público, el gobernador ratificó ese compromiso hasta hoy incumplido.
Si de verdad se logran estos avances para abril, y se continúa con la capacitación de los operadores, se trabaja en los puntos con falta de señalética o mala infraestructura vial, los usuarios deberán ser los primeros en notar una mejora en el servicio de transporte público, que sigue sin ser una realidad. Un indicador de ello es que siguen cayendo víctimas bajo las llantas de los camiones urbanos.
Por eso, a partir de abril, con los compromisos cumplidos, bien se podría lanzar nuevamente el reto de tener cero víctimas por el transporte público. De lograrlo sería la prueba irrefutable de que ahora sí se cumplió lo que gobernantes de las últimas tres décadas se han propuesto sin alcanzar.
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