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¿Transporte de 8.1?

Pese a algunos indicadores que señalan que falta mucho por corregir para mejorar la calidad del servicio del transporte público, la llamada Encuesta de Satisfacción a Usuarios que realiza el Instituto de Planeación y Gestión del Desarrollo del Área Metropolitana de Guadalajara (Imeplan) que dio a conocer la semana pasada el Gobierno estatal califica con un 8.1 a este servicio público. 

Las autoridades aseguraron que esa calificación aprobatoria fue el promedio de la evaluación que hicieron 2 mil 596 usuarios que establecieron como muestra (410 de los casi 369 mil de las Líneas del Tren Ligero; 369 de los más de 118 mil que usan el Macrobús de la Calzada Independencia; 386 de los más de 245 mil del Peribús y sus rutas complementarias; 738 del millón 612 mil que se mueven en las rutas convencionales; 353 de los casi 62 mil 500 de las rutas alimentadoras de transporte masivo; y 340 de los 40 mil que usan rutas con permisos federales).

Además del cuestionamiento de esa calificación de usuarios que expresaron su desacuerdo en las redes sociales y en programas radiofónicos donde denunciaron que siguen las largas esperas y los camiones llenos con puertas abiertas y que alteran sus derroteros, expertos también cuestionaron el diseño y las muestras de la encuesta en los distintos medios de transporte. En especial el caso de las rutas convencionales que utilizan el 66 por ciento de los usuarios y sólo se aplicaron 738 encuestas, sin señalar qué rutas y en qué horarios.

En el caso de los medios de transporte público masivo, como son las 3 líneas del Tren Ligero, que suelen tener una mejor calificación por el mayor control que hay en los tiempos de espera y la frecuencia de los trenes, este año la calificación bajó al pasar de 8.8 en 2023, a 8.3 este año, en lo que respecta al Peribús, la encuesta señala que su calificación subió de 8.39 a 8.55.

Como señalaba al principio, en contraste con la calificación aprobatoria de esta autoevaluación oficial, está el crecimiento de casi el doble en el número de quejas y reclamos por deficiencias en el transporte público al pasar de 300 mensuales en el 2020, a 590 cada mes el año pasado. Además pese a las grandes inversiones en nuevos medios masivos de transporte que se echaron a andar este sexenio, el número de usuarios del transporte público bajó en los últimos años de 3 millones a 2 millones, mientras que según cifras del propio gobierno estatal, los usuarios del transporte privado, subieron del 27.6 por ciento de la población en la entidad en 2020, al 33 por ciento en el 2023. Por ello el promedio de vehículos que entran diario al parque vehicular que antes era de 300 en el último año marcó ya los 400, además de que el nuevo síntoma que las personas lejos de subirse al transporte público, por deficiente e inseguro, prefieren buscar sus propios medios para moverse, es el boom en la venta de motocicletas y la escalada en el número de accidentes en los que se ven envueltos sus conductores. 

Lo cierto, pues, es que como ha pasado en otros sexenios, en el actual se quedarán lejos del Modelo Integral de Movilidad que se propusieron, en el que la mejora del transporte público era un eje central, y que además de las encuestas del Imeplan, se requiere una auditoría social a estos sistemas que permitan elevar la calidad de este servicio clave para mejorar la calidad de vida de la población.

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