Termómetro político
Una encuesta para evaluar a 102 alcaldes del país circuló ayer entre grillos. Los resultados son interesantes como termómetro político.
El alcalde tapatío Ismael del Toro obtuvo el lugar 27. Resultó el mejor evaluado en comparación con el resto de alcaldías metropolitanas y Puerto Vallarta.
Le sigue Pablo Lemus en el sitio 40, Puerto Vallarta (42), Tlajomulco (44), Tlaquepaque (77) y en el sótano, Tonalá (98).
También destaca Guadalajara por ser la demarcación metropolitana con menos percepción de inseguridad al ocupar la posición 22.
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La información que reveló la Coordinación Estratégica de Seguridad sobre la Policía de Ixtlahuacán de los Membrillos debería encender todas las alarmas.
De los 52 elementos desarmados el 5 de junio, 21 eran “piratas” al carecer del alta en el Registro Nacional de Personal de Seguridad Pública; otros 22 estaban en activo a pesar de reprobar los controles de confianza; y tres más, incluidos el comisario, fueron vinculados a proceso por el homicidio y tortura de Giovanni López.
Eso da como resultado que sólo seis elementos, en teoría, se salvan en esa corporación. Sobre los policías “piratas”, según especialistas, deberían ser procesados por usurpación de funciones.
Este hecho nos plantea la pregunta: ¿cuántos policías operan en Jalisco sin un alta oficial? ¿Qué mecanismos de control y sanción existen? ¿Se aplican?
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En la grilla por ocupar un espacio como consejero ciudadano de la Judicatura se encuentra Tatiana Anaya, directora de Inspección y Vigilancia de Zapopan.
Ella ha sido una de las contendientes más enérgicas al reclamar las irregularidades del examen elaborado por universidades.
Nos preguntamos: ¿no es ahora cuando la funcionaria tiene más trabajo para vigilar el cumplimiento de las medidas sanitarias por la pandemia? ¿O es tan eficiente que le sobra tiempo para atender su responsabilidad como funcionaria y también perseguir “hueso” en el Congreso estatal?