Teatro en 2017: tantas cosas por decir (II)
Uno. El teatro hecho por niños persigue que sean los propios niños quienes propongan y ejecuten, con guía profesional, los espectáculos que quieren ver. Los grupos y artistas dedicados a esta labor se han proyectado a lo largo de esta década como lo mejor del teatro mexicano, al lado de muchas otras iniciativas para hacer teatro para y junto a los niños. Y su trabajo permite conjeturar que quizá un futuro para el vetusto teatro nuestro esté en utilizar las convenciones de este arte a favor de los sujetos y no a favor de los artistas; admitir alternativas a una lógica según lo cual solo El Artista podía alzar la voz y hallarlas, por ejemplo, en una metodología de trabajo que le pasa el micrófono a quienes antes eran solo El Público. 2017 fue una gran oportunidad para ver este teatro y concebir esperanzas para este arte.
Dos. No necesitamos foros gigantescos; necesitamos ideas para ocuparlos, proyectos que ameriten tener a los teatros funcionando. La Universidad de Guadalajara (UDG) tiene recursos para mantener activo al Conjunto de Artes Escénicas, de manera que muy bien por ella: que consiga y presente espectáculos de alto nivel; el público se lo merece. La comunidad de teatreros independientes de Guadalajara necesita, o bien aprender a hablar el lenguaje de la UDG con el fin de ocupar sus espacios con ganancia para todos, o bien buscarse foros alternativos. No hay más. Como entre los teatreros tapatíos hay talento suficiente, desde el público agradeceremos las ideas originales y pertinentes, independientemente del foro en que nos las presenten (y por eso saludamos que sigan abiertos los foros pequeños de la ciudad: Periplo, El Embarcadero, el Taller de Villalpando…).
Tres. Levantar una producción profesional, que además se vea profesional, no es poca cosa, y sobre todo es muy caro. La lección de producciones como “National Pastime”, reside precisamente en los beneficios de aspirar a ese nivel y reunir al equipo necesario. Como no solo ese musical, sino otros varios trabajos en los últimos 10 años, han mostrado que es posible, la pregunta es: ¿cuándo se hará un hábito en las producciones independientes de Guadalajara?
Cuatro. Posiblemente ya se le olvidó a medio mundo, pero a principios de 2017 un bonito movimiento de teatreros cuestionó los cobros que el Ayuntamiento de Guadalajara hace por presentar espectáculos en sus foros. Hay leyes y reglamentos municipales contradictorios entre sí, lógicas de trabajo increíbles —foros cuyo personal trabaja por las mañanas… cuando las obras se presentan por las noches— y mucho, mucho por resolver. Ojalá que 2018 sea un buen momento para que los teatreros recuperen el diálogo con esas autoridades.
Cinco. En 2017 en Guadalajara se presentaron decenas de producciones, incluyendo una buena veintena de estrenos de todos los géneros. Tenemos teatro independiente de todos los niveles y para público de todo tipo. Tenemos actores sensacionales y directores de trabajos más que interesantes. Al final resulta que fue un buen año; que 2018 sea muchísimas veces mejor.
PD. El Festival del Teatro Galerías es una buena oportunidad para volver a ver algunas producciones independientes de 2017; por estos días tiene promociones en sus boletos ya a la venta. Búsquelo en Facebook como FET 3 Galerías.
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