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Tchaikowsky robó cámara

Aunque la Primera Temporada 2018 de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) se denominó “Ciclo Rachmaninov Sinfónico”, en la práctica tres obras de Tchaikowsky –ídolo de Rachmaninov, por cierto– robaron cámara: en el quinto programa, la Serenata para Cuerdas y la Sinfonía No. 6 (“Patetica”); en el séptimo, esta semana, el Concierto para Piano No. 1 en Si bemol mayor, Op. 23.

Por tratarse –como apuntaba el programa de mano– del que quizá sea el más grabado, tocado y conocido de todos los conciertos para piano, la obra en cuestión es particularmente exigente para el solista: todo mundo tiene en la memoria múltiples versiones modélicas, de referencia.

El joven pianista regiomontano Abdiel Vázquez, que ha tocado con la OFJ algunas obras menos conocidas, se quedó por debajo tanto de las expectativas como del nivel que alcanzó la orquesta. Independientemente de varias impurezas –notas desafinadas, imprecisiones en el ritmo, etcétera– que se deslizaron en su interpretación, quedó a deber en la energía que demanda una obra en que el instrumento solista opera varias veces como una locomotora que arrastra a la orquesta, pero principalmente en la pasión, el fuego que aparece desde los primeros acordes del piano, tras la enérgica introducción de los cornos y el ensamble en pleno. Las impurezas se deslizaron incluso en las cadenzas. Y el solista, lejos de subsanar las deficiencias, las acentuó al obsequiar como encore un popurrí de piezas de Gershwin que no venían al caso.

Como otras obras de Rachmaninov incluidas en el ciclo –su Primera y su Tercera Sinfonía, por ejemplo–, las “Danzas Sinfónicas” que lo cerraron pocas veces se incluyen en los programas en que dominan ampliamente sus Conciertos para Piano 2 y 3 y las Variaciones sobre un Tema de Paganini. Como las señaladas, las “Danzas…” fueron un buen parámetro del magnífico nivel musical actual de la OFJ y de la solvencia de Marco Parisotto en el pódium.

Como postre de la velada, como cierre del ciclo y como obsequio para el público, la OFJ interpretó, fuera de programa, la versión orquestada de Sir Henry Wood para el Preludio Op. 3, No. 2, en Do sostenido menor, de Rachmaninov.

El programa se repite este domingo, en la misma sala del Teatro Degollado –a la que el jueves le faltó poco para el lleno– a partir de las 12:30 horas.
 

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