Ideas

Supremacía autoritaria

Apenas la madrugada del sábado pasado, la aplanadora legislativa de Morena y aliados en la Cámara de Senadores avaló la reforma en materia de “superioridad constitucional”, el miércoles también en fast-track en San Lázaro, y ayer al cierre de esta columna ya llevaban 23 votos aprobatorios de las Legislaturas estatales con mayoría morenista, con lo que el régimen de la 4T quiere blindar la controvertida y polémica reforma al Poder Judicial, fruto de los afanes revanchistas y autoritarios del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador contra una Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que no dejó pasar varias de sus iniciativas.

Luego de este acelerado e irreflexivo proceso, en el que se ignoraron todas las contrapropuestas de la oposición, la llamada “superioridad constitucional” que rompe el equilibrio de poderes, al darle mayor preponderancia al Legislativo, con las reformas a los artículos 105 y 107 constitucionales que cancelan los juicios de amparo, las controversias y las acciones de constitucionalidad que combatan reformas a la Carta Magna, entrará en vigor hoy mismo que seguramente se publique en el Diario Oficial de la Federación.

Este desplante autoritario de toda esta maquinaria oficialista se da en medio de la renuncia adelantada de ocho de los 11 ministros de la SCJN que por estar en desacuerdo con la reforma al Poder Judicial que entró en vigor en septiembre pasado, declinaron inscribirse para la elección de jueces, magistrados y ministros que se realizará en junio del próximo año. Las ministras Lenia Batres Guadarrama, Loretta Ortiz y Yasmín Esquivel Mossa, abiertamente identificadas con Morena, son las únicas que no renunciaron y fueron las primeras en aceptar participar en la elección para buscar mantenerse en el cargo.

Este último aplastamiento, en nombre de las mayorías y el mandato que les dio “el pueblo” en las urnas, de las aplanadoras guindas federales y estatales a una desfigurada y débil oposición política, ocurre también a cinco días de que las y los 11 ministros de la Corte, discutan y voten el proyecto del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, en el que propone invalidar parcialmente la reforma judicial del obradorismo. Su proyecto de sentencia plantea que sólo se vote por los ministros y ministras, y no por jueces ni magistrados, así como que se elimine la figura de los jueces sin rostro que también se incluyen en la reforma.

Así que la semana cierra con la incertidumbre de lo que pasará si en la Corte suman ocho votos en contra de la reforma al Poder Judicial. Aunque la Presidenta Claudia Sheinbaum ha expresado que se debe esperar al resultado de esta votación, es claro que en el oficialismo insisten en que las y los ministros no pueden invalidar lo que “el pueblo” ha decidido a través de sus representantes con mayoría calificada en el Poder Legislativo. Mientras que los opositores afirman que si se ignora el fallo de la SCJN el gobierno incurriría en desacato y el País entraría en una grave crisis constitucional que degradaría a México ante el mundo.

Lo que yo creo, es que la propuesta del ministro Alcántara da una ruta para salir del callejón sin salida en el que, como País, nos ha metido, esta reforma al vapor, que requiere mucho más debate y preparación si de verdad lo que se quiere es limpiar y mejorar un Poder Judicial, ciertamente podrido.

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