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Soledad, adultos mayores y López Obrador

La popularidad del presidente de la República ha fluctuado entre los diversos grupos de edad de la población mexicana. Sin embargo, hay un grupo que se ha mantenido constante, aprobando fuertemente al presidente a lo largo de su sexenio: los adultos mayores mexicanos. Y la historia de por qué ha sido así parece no poderse reducir a meros programas asistenciales.

En su último año de gobierno, la popularidad del presidente López Obrador ronda el muy sano número de 60%. Sin embargo, lo interesante surge cuando ese número se desagrega por edades. De acuerdo a una encuesta de mayo de 2023 del periódico El Financiero, si el 49% de la población entre 18 y 29 años apoya al presidente, así como un 56% de aquellos entre 30 y 49 años, el número de dispara a 70% entre los mexicanos mayores de 50 años. La pregunta obligada surge: ¿a qué se debe esto?

La respuesta más inmediata apuntaría a los programas sociales, especialmente la Pensión para Personas Adultas Mayores: mientras que en 2018 se otorgaban mil 160 pesos bimestrales, para 2024 serán 6 mil pesos: 727 mil millones de pesos de gasto total. Sin embargo, en Estados Unidos Donald Trump tiene también su principal base en este grupo de la población y sin un programa social parecido, por lo que parece haber más de trasfondo. Y mucho parece indicar que es la soledad, la carencia de autoridad: “muchos se habían jubilado recientemente y tenían tiempo libre y poco para atarlos a casa” comenta Michael C. Bender, un reportero estadounidense que describe a los seguidores más fervientes de Trump. “Un puñado nunca tuvo hijos. Otros estaban separados de sus familias”, dice en un artículo cuyo título lo dice todo: “Para los partidarios acérrimos de Trump, sus mítines no eran políticos. Eran vida”.

La situación de los adultos mayores en el país es precaria, no solo por su situación económica, sino también por su condición emocional: mientras que en 2018 el 35% dijo sentirse solo, para 2021 los sentimientos de soledad y depresión habían aumentado a casi 40% (ENASEM). Los programas sociales del presidente López Obrador no solo han ayudado a paliar significativamente la pobreza en este sector de la población, sino que la misma personalidad del presidente de la República parece satisfacer una necesidad más profunda de acompañamiento y autoridad. Un discurso comunitario, un domingo pecuniario y un autoritarismo que se convierte en autoridad parecen amainar los sentimientos de soledad de los adultos mayores del país. Y, aunque no hay estudios al respecto, no sorprendería que fuesen los que más vean las mañaneras: ahí está la figura paterna regañando enojadamente, predicando religiosamente y declarando máximas morales.

La soledad alimenta el autoritarismo, como bien lo señaló la estudiosa Hannah Arendt. Si a eso le agregamos pobreza, tenemos un coctel explosivo. El presidente López Obrador ha atendido correctamente ambas necesidades de los adultos mayores mexicanos, y por eso se antoja difícil que los pierda en 2024.

fnge1@hotmail.com

@FernandoNGE

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