Simuladores: Innovación en la enseñanza de la medicina
La simulación médica ha evolucionado adquiriendo más importancia dados los beneficios que ofrece a los profesionales de la salud. La respuesta al por qué incluir este método de enseñanza se encuentra en la innovación y sostenibilidad. Innovar es ser capaz de generar y buscar alternativas a las dinámicas actuales. La sostenibilidad parte de la necesidad de crear una cultura de seguridad para el paciente donde se busque brindarle una atención de calidad, segura y centrada en sus necesidades.
Estudios han determinado que el error humano es una de las causas principales en el desarrollo de eventos adversos para los pacientes durante la atención médica.
Esto generó una reforma educativa de alcance mundial, que busca integrar la tecnología a las estrategias de enseñanza, cuyo objetivo es preparar a los futuros profesionistas con un enfoque en la adquisición de aptitudes, destrezas y conocimientos para realizar con calidad la labor profesional.
Por ello el situar a los alumnos en un escenario de simulación, logra que se adentren en un contexto controlado que imitará situaciones clínicas reales donde pondrán en práctica estas múltiples competencias, permitiendo evaluar de una manera más completa no solo los conocimientos teóricos adquiridos, sino las destrezas prácticas y habilidades blandas de los alumnos.
El objetivo de la enseñanza con simulación es que sea una herramienta de complemento en la educación, que ha demostrado aportar mayor seguridad y confianza en sus habilidades a los alumnos.
Para la práctica de simulación los equipos se clasifican de acuerdo con su finalidad que puede ser entrenamiento de habilidades, para perfeccionamiento de las técnicas prácticas, y escenarios de simulación donde los simuladores son reactivos a las acciones del alumno, es decir, que mejora o empeora su estado de acuerdo con el abordaje. A su vez, en esta categoría entra la realidad virtual, la cual se emplea para interactuar con modelos en 3D y el entrenamiento de habilidades quirúrgicas en su mayoría.
Existe gran variedad para implementar la simulación, pero en el Debriefing o Retroalimentación de los escenarios es donde identificamos el impacto de la experiencia de los alumnos, además favorece la autoevaluación y autoaprendizaje en compañía de un docente que resuelve sus dudas y puntúa áreas de mejora.
Es necesario considerar que una práctica de simulación exitosa debe enfocarse en los objetivos de aprendizaje a lograr con ella y el compromiso de los participantes en sus roles, con el fin de tener una experiencia donde los errores son de cierta forma permitidos con el objetivo de que el alumno aprenda de las consecuencias, haciéndose consciente de las carencias que aún tiene para poder subsanarlas.