Siguen los problemas en el Aeropuerto Miguel Hidalgo
El conflicto ocasionado por las constantes manifestaciones de los ejidatarios que exigen el pago del terreno que fue de su propiedad, expropiado por el Gobierno federal a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes hace ya varios años y que no han hecho nada, revivió con fuerza; después de haber tenido algunas reuniones con las autoridades se calmó una temporada, pero volvieron a revivirlo las manifestaciones que obligan a las personas que van al aeropuerto a tomar su vuelo, que muchos lo han perdido, a tener que caminar kilómetros cargando su maleta por el obstáculo que provocan los ejidatarios.
Esto unido al malísimo proyecto y diseño del aeropuerto, aunque más que aeropuerto, lo he comentado, funciona como central camionera con piso de mármol, con kilómetros de distancia entre la puerta 1 y la 30.
Hace algún tiempo recibí una atenta comunicación del señor Fernando Bosque Mohino, director general del Grupo Aeroportuario del Pacífico, invitándome a conocer en detalle positivo el proyecto del aeropuerto, aceptando la importancia de la ciudad de Guadalajara, el tránsito aéreo que tiene y que es la tercera terminal con mayor número de pasajeros en el país, además comentaba que es el segundo con mayor carga transportada en México. Por supuesto que no asistí a su generosa invitación para juzgar el proyecto del aeropuerto, pero como usuario y pasajero lo hago continuamente.
En su mal funcionamiento, dada la importancia y la magnitud de Guadalajara, es uno de los peores de todo el país. Estoy de acuerdo en que el edificio ha mejorado en sus acabados, pero de ninguna manera en su funcionamiento y las razones que menciona, que se tiene que sufrir la mezcla de los pasajeros de llegada y salida, son totalmente ilógicas, porque podrían haberlo reformado haciendo el ingreso de los pasajeros que salen de Guadalajara por un segundo piso; claro que tendría que ser un poco más de inversión, pero sería lo obligatorio y lo indispensable. Esto con respecto al diseño, a la reconstrucción y crecimiento del aeropuerto, que debería haber sido de manera sensata y funcional.
A todos estos defectos del aeropuerto se suma la presencia negativa de los ejidatarios, que el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, ha ignorado, teniendo la obligación de resolver el problema representando al Gobierno federal y más que él debe hacerlo siendo abogado y no experto en la construcción ni en el desarrollo como lo está haciendo, lo he mencionado varias veces, al construir la Línea 3 del Tren Ligero elevada, causando una tremenda agresión a la imagen urbana de nuestra ciudad y sin ninguna base técnica ni económica, pues no tiene la menor idea; a lo mejor sus compañías constructoras extranjeras que fueron dos, les convenía porque es mucho más costoso hacerlo elevado que aprovechar el subsuelo noble y blando del área metropolitana.
Pero lo que debe hacer de inmediato, antes de que termine el sexenio, es solucionar el problema con los ejidatarios; es responsabilidad absoluta tuya Gerardo Ruiz Esparza y que no brille tu irresponsabilidad que perjudica a todos los habitantes de Guadalajara y usuarios del aeropuerto.