Signa Lab y el falso debate sobre el debate
El Signa Lab del ITESO es un clúster de conocimiento y tecnología difícil de definir porque se adelantó a su tiempo. En México es pionero en la datificación crítica y la comprensión de la tecnopolítica. Esta última entendida como el uso de las redes sociodigitales para la construcción de narrativas y agendas sociales y políticas.
El INE eligió a Signa Lab, fundado y dirigido por la académica Rossana Reguillo, para seleccionar 108 preguntas que los ciudadanos enviarán al organismo a través de redes sociales en el próximo debate presidencial.
Sin embargo, Mario Delgado anunció que impugnará la decisión porque Reguillo “tiene una actividad pública manifiesta de confrontación con la Cuarta Transformación”. Por su parte, el diputado guinda por Jalisco, Hamlet García, añadió ayer que la académica tiene “70 publicaciones en redes sociales” en donde expresa “un activismo claro y directo a favor de una candidata a la Presidencia de la República”.
Para demostrar su afirmación, este último mostró un documento con 13 publicaciones -no 70- en la red social X en donde Reguillo suscribe con emoticones de risas un post del monero Jabaz sobre el Tren Maya; un repost de Xóchitl Gálvez en donde ésta condena la violencia en Tabasco; una publicación de Mexicanos contra la Corrupción y una crítica a AMLO por sus respuestas al periodista Jorge Ramos, entre otros comentarios del estilo.
En la parte final del documento presentado por el diputado García se lee: “En conclusión, se puede apreciar abiertamente una preferencia política por parte de la periodista (sic) Rossana Reguillo, que tiende a favorecer a Gálvez y mostrar un rechazo a Claudia Sheinbaum y los partidos a los que representa”.
Este es un fabuloso ejemplo para explicar la razón de ser de Signa Lab, que nació justamente como un antídoto científico contra la generalización y la manipulación discursiva a partir de la conversación digital. Esos 13 post de Reguillo representan el 0.04 por ciento de las más de 31 mil publicaciones de la académica en esa red social. ¿En qué cabeza cabe que sea una “demostración” de una supuesta agenda “oculta”?
Pero Reguillo no necesita que la defiendan. Su trayectoria y trabajo de más de tres décadas con la publicación de libros fundamentales como “Necromáquina: cuando morir no es suficiente” (2021) son elocuentes.
El trabajo que Signa Lab hará para el INE es mucho más complejo y sofisticado que el de los morenistas. De ninguna manera buscará en las redes preguntas para que las planteen a los candidatos presidenciales. Habrá una convocatoria para que ciudadanos, previamente identificados, envíen sus preguntas sobre temas específicos. Éstas deberán ser abiertas, no ofensivas o discriminatorias se harán a todos los contendientes.
Por medio de una metodología definida por el INE -y que cualquiera podrá replicar con el mismo resultado a partir de una base de datos que será pública- Signa Lab realizará un análisis de las preguntas, las agrupará por familias semánticas, nivel de frecuencia, similitudes y discrepancias. Luego realizará una selección muestral estratificada para que las principales inquietudes de los participantes tengan representatividad. A partir de ahí entregará 108 preguntas y el INE seleccionará cuáles formulará a los presidenciables.
¿En dónde está el debate?
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En Perspectiva. Signa Lab analiza, entre otras cosas, granjas de bots en redes. En 2018 mapearon y evidenciaron la #RedAMlove en Twitter, una operación digital para generar tendencias artificiales y ataques a la prensa crítica del Presidente. Este trabajo disgustó a Jesús Ramírez Cuevas, vocero presidencial, uno de los principales actores incómodos con la ciencia de datos que impulsa Reguillo. ¿Captan?
jonathan.lomeli@informador.com.mx