Serie de calidad mundial; Charros aún desafinados
Una vez llegada a su fin la edición 118 de la Serie Mundial de la Temporada 2022 de las Grandes Ligas, destacan situaciones por las que será recordado este capítulo en el que los Astros de Houston lograron ceñirse la corona, tras imponerse a los Phillies de Philadelphia.
Hay que reconocer a Houston como justo campeón, y que este segundo título, después del obtenido en 2017, es resultado de un arduo trabajo que los llevó a pelear el campeonato en las temporadas 2019 y 2021, quedando en ambas como subcampeón.
Mucho mérito tiene Dusty Baker, a quien el beisbol también le ha hecho justicia y a sus 73 años de edad, finalmente obtuvo su primer título del Clásico de Otoño en 25 temporadas.
El Minute Maid Park de Houston rompió la racha negativa de casi 10 años en que el equipo local no se coronaba campeón de Serie Mundial.
José Urquidy, incrustó su nombre entre los mexicanos -nacidos en México y otros que vieron la primera luz en territorio mexicano o en cualquier lugar pero de padre, madre o ambos mexicanos- que han conquistado con sus equipos el título, siendo la lista de ya casi 20 compatriotas que han tenido oportunidad de coronarse. Urquidy empató con Julio Urías el récord de jugar tres series mundiales habiendo ganado una; en tanto el máximo récord lo ostenta Sergio Romo como el único mexicano con tres anillos de serie mundial.
Finalmente, hay que reconocer los logros alcanzados en la temporada que culmina por otros mexicanos, pues debe ser motivo de celebración el Guante de oro que este año ganaron Ramón Urías, tercera base con Orioles de Baltimore, y Alejandro Treviño, catcher con Yankees de Nueva York.
Por su parte, Charros de Jalisco que había hilvanado cuatro triunfos, cayó en el último juego del serial ante Águilas de Mexicali el domingo 6 de noviembre por 11-7, y aunque ganó la serie, el equipo volvió a lucir descontrolado en el pitcheo ya que tras un buen trabajo del estelar Javier Solano, quien tomó paso firme desde la loma, el bullpen respondió y ganaron el primer cotejo que se fue hasta la entrada 11, dejando qué desear el bateo.
En el segundo juego, que también lograron ganar los caporales, no salió en su mejor forma el zurdo Tyler Alexander y ahí sí hubo qué sacar el triunfo a base de bateo y un trabajo aceptable del cuerpo de relevistas. En el último encuentro, (portando un poco agraciado uniforme con colores alejados de los tradicionales que identifican a los albiazules y la leyenda “Tequila” en vez del nombre Charros o Jalisco), lució mal desde el inicio al fallar el abridor Brennan Bernardino, quien recién llegó y se advirtió lejos de su consistencia, esperando pronto esté en ritmo, mostrado su tradicional confiabilidad en la lomita, y aunque reaccionó la ofensiva, nuevamente fracasó el cuerpo de relevistas.
Charros descendió un peldaño cayendo al noveno lugar, con foja de 9 victorias por 14 descalabros, mismos números que Yaquis de Ciudad Obregón y Sultanes de Monterrey, aunque debido a la dominancia que tienen entre ellos, el conjunto regiomontano se ubica en el octavo lugar, Charros en noveno y Yaquis en el sótano.
No obstante que ya hay mejoría y es menos la distancia que llegó a existir entre el número de victorias y fracasos, y empieza a sentirse paulatinamente un poco más eficaz la ofensiva, aún falta consolidación del rendimiento regular en el pitcheo y es imperativo que se aproveche la serie que inician hoy en casa ante Algodoneros de Guasave para agenciarse mínimo un par de triunfos y aspirar a seguir avanzando para terminar la primera vuelta en un lugar decoroso al menos a media tabla, que es lo que la afición espera y merece para seguir incrementando su presencia en el estadio.
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