Ideas

¿Ser o no ser?

 ¿To be or not to be? That is the question; ¿Ser o no ser? Esa es la pregunta. Frase del célebre William Shakespeare.

Esa interrogante la hacemos cada vez que escuchamos a nuestro no menos célebre Presidente López Obrador. ¿Es o no es? ¿Está de parte de la ciudadanía o está de parte de los delincuentes y narcotraficantes?

Para juzgarlo podemos utilizar la paradoja del ave acuática palmípeda que camina como pato, tiene las patas como pato, come como pato, luego entonces, es pato.

No acabamos de creer las palabras del Presidente cuando con sus actos confirma las sospechas o acaso somos tan obcecados con nuestras ideas que, no comprendemos que habiendo fallado la política del presidente Felipe Calderón de declarar la guerra a la delincuencia organizada fue peor y que la política seguida por el presidente Fox y continuada con Peña Nieto, no dieron resultados satisfactorios, nuestro colmilludo Presidente hizo un cambio de 180 grados para dar abrazos en lugar de balazos, o quizá no entendemos que dormir con el enemigo lo aplaca y que es mejor tenerlo cerca  que no saber dónde está. ¿Es estrategia o es complicidad? ¿Se es o no se es? That is the question. Desgraciadamente no lo sabremos hasta el fin de su mandato cuando quizá ya sea demasiado tarde para lamentarnos o para aplaudirle.

Otra de las características de ese Gobierno es ir contra la corriente, tomar acciones contra el sector productivo, castigar a la gallina aplastándole los huevos para que no se conviertan en oro y repartir los huevos entre el sector improductivo. Cancelar las obras del Aeropuerto de Texcoco y el complejo cervecero Constellation Brands en Baja California. ¿Es o no es?

En materia de salud, se nos crispan los nervios cuando los doctores encargados de combatir la pandemia del coronavirus nos dan indicaciones de la conducta que debemos seguir para prevenir el contagio y detener su proliferación, tomando como ejemplo las medidas que han implantado los países que han frenado la pandemia, los que no lo han hecho y, observamos con estupor cómo nuestro Presidente hace todo lo contrario. ¿A quién le hacemos caso, a los que nos recomiendan guardar distancia y quedarnos en casa o al Presidente que convoca a reuniones masivas y reparte besos y abrazos? ¿O es que él sabe algo que nosotros no, o encontró que esta crisis le vino como anillo al dedo que sardónicamente mueve cuando expresa? “Lo que diga mi dedito”.

En estos tiempos de crisis esperábamos el apoyo fiscal del SAT concediendo ampliaciones de plazo y algunos estímulos fiscales para las Pymes pero lo único que se ha mencionado es la intención de acelerar las devoluciones del saldo a favor del IVA, que sistemáticamente se están negando. Por equidad debe darse el mismo tratamiento de los saldos a favor que el que se da a los impuestos que las empresas retienen a terceros, se tienen que enterar a más tardar el día 17 del siguiente mes en el que se recaudó el impuesto.

Tenemos el derecho de juzgar a nuestro Presidente ¿Es o no es?
 

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