"Semana de festejos"
Habiendo terminado la tortura de las campañas, que disfrazadas de precampañas y patrocinadas por nosotros bajo los efectos de la entidad casi delictiva denominada INE, banda -que pudiera considerarse como parte de la delincuencia organizada- engendro encargado de despacharse mas de veintiocho mil millones de pesos del presupuesto nacional en las elecciones más caras del mundo y la terminación, o cuando menos el descenso del nivel de tortura, aunque sea parcialmente porque esta caterva de sujetos no cesa totalmente, pero la disminución nos agrada (no sé si sea una especie de síndrome de Estocolmo) pero que nos suelten un poco la cadena con poco nos basta.
Y la disminución, hace que el infelizaje se relaje un poco -pero al torturado le basta tantito aire para respirar- y coincide con que se conmemora la fundación definitiva de nuestra, aún bella, a pesar de los gobiernos, ciudad de Guadalajara, la que sin tener a mi juicio una arquitectura notable, como otras ciudades del país, sin embargo, como quiera que sea, es aun una ciudad armónica, agradable para vivir a la que las “genialidades” oficiales y la voracidad de muchos no han logrado quitar ese carácter. No olvidemos que los fundadores, después de su histórica peregrinación en busca de la fundación definitiva lo que ellos querían era vivir en paz y con tranquilidad, lo que con muchísimos altibajos la gente que la habitamos lo hemos logrado. Logrado en cuanto ha sido posible.
No existe la felicidad completa, aunque de cierto, en materia de delincuencia ciertamente ha habido temporadas mejorcitas, en las que algún delincuente iba a la cárcel, lo que ya no se estila porque la mayoría de funcionarios están cegados por el ego y el exceso de dinero y el reflejo de los espejos en que gustan tanto mirarse. No podemos culparlos porque el humo de la adulación ciega.
Ahora que si se fija los tapatíos tenemos genes particulares que nos singularizan y antes de tener características de la raza aría, teníamos un cierto tipo que nos distinguía de las demás regiones del país. Esto, claro, antes de que se pusiera de moda el buchón style y una pléyade de cirujanos -buenos y malos, ya que de todo hay- ya que entiendo esto es lo que se usa ahora cuando menos en ciertos sectores que por alguna causa se han venido a radicar y nos guste o no, son con nosotros parte de esa Guadalajara ya que el ser tapatío se da no solo por estirpe o nacimiento, sino vecindad.
Por fortuna el creador regaló a nuestra ciudad entre otras cuatro cosas: la barranca, Chapala, la altura y la Primavera que se han defendido de los principales depredadores (los políticos principalmente). No sé si se haya fijado pero el paralelo que pasa por guanatos es el mismo que pasa por en medio del desierto del Sahara. Lo que no es igual por esos elementos que nos regaló Dios, la naturaleza, el big bang o quien usted decida, pero que ahí están, disminuidos y todo pero ahí están cuidándonos.
YR