¿Se nos acabó el machismo?
Hace unos meses, cuando se hablaba de las ‘corcholatas’ de Palacio y se pronosticaba que Claudia Sheinbaum gozaba de todas simpatías del inquilino y que sería la más probable candidata de Morena para la elección presidencial del año próximo, mi esposa me comentaba -muy al margen de sus preferencias- que “con lo machistas que son, difícilmente van a dejar que una mujer llegue a ser presidenta”, haciendo referencia a la fama de ‘machistas’ que tenemos los mexicanos. La conversación terminó con la tajante afirmación de mi esposa y yo con el ceño fruncido.
Y la incredulidad de esa frase en base al machismo, no está amparada en una apreciación personal, sino en una percepción que ha sido motivo de muchas investigaciones y análisis en diferentes publicaciones a través de los años. Tal es el caso del libro ‘Machos y Machistas. Historia de los estereotipos mexicanos’ -publicado en el 2013- de Didier Machillot, doctor en Ciencias de la Sociedad de la Universidad de Poitiers, Francia, con especialidad en antropología - ligado muchos años a la Universidad de Guadalajara-, donde habla del machismo en México y establece, “que es la actitud del hombre que considera que el sexo masculino es naturalmente superior al femenino y la manifiesta con prepotencia...con demostraciones de fuerza y virilidad”. Y en la misma obra da un repaso a diversas teorías de psicólogos y psicoanalistas que explican las razones del machismo en nuestro país. En ese mismo libro se menciona un fragmento de el ‘El laberinto de la soledad” de Octavio Paz, donde se refiere al
machismo como “el poder arbitrario, la fuerza sin freno y sin cauce que resume la agresividad, impasibilidad, invulnerabilidad y la violencia sin alma”. Pero también sobre el machismo y la esencia de la mexicanidad, hace referencia Samuel Ramos en su libro ‘El Perfil del hombre y la cultura en México’ -1934- al señalar que esa actitud “se suma como un saber cuya intención es dar sustento científico a la inferioridad”.
Y a la fecha la percepción del machismo persiste, según lo demuestra un sondeo de Parametría (consultora de opinión pública) que sobre el machismo señala que seis de cada diez entrevistados consideran que México es un país machista. Sin embargo, al margen de esa apreciación, cierta o falsa, la realidad que vivimos hoy puede cambiar radicalmente.
La realidad nos dice que en la boleta electoral del próximo 2 de junio de 2024 las contendientes principales por la presidencia serán Claudia Sheinbaum y Xóchitl Galvez -y posiblemente Samuel García o Marcelo Ebrard por Movimiento Ciudadano (MC), pero con mínimas posibilidades de triunfar-, lo que significa que una mujer será la histórica y primera presidenta de la República. Tendremos a la Ministra Norma Lucia Piña Hernández, como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la diputada Marcela Guerra (PRI) como la nueva presidenta de la Cámara de Diputados, lo que significa que -históricamente también- tres mujeres estarán a cargo de los tres poderes de la Unión -el Ejecutivo, Judicial y Legislativo-. Yo me pregunto, ¿con todo esto que vivimos en la política estará cambiando la percepción de machismo en México o ya se nos acabó?.
¿Usted, qué opina?
Daniel Rodríguez
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