Se les ve caminando por las calles y hablando solos… no les dieron nada
Para ninguna persona que esté al menos medianamente informada y/o interesada en el desarrollo de nuestro Estado -y país- es novedoso saber que la credibilidad de los partidos políticos se encuentra hoy en día por lo menos tres metros bajo tierra. Esto es, ni los militantes, ni la sociedad están dispuestos a votar por una marca específica sólo porque sí. La búsqueda de hoy tiene que ver con los perfiles que más convencen al elector y que implican el respeto por la lealtad, los principios y valores personales e institucionales, mismos que se han convertido en la mejor carta de presentación de quien aspira llegar a una representación social.
Una de las consecuencias de no tener el tipo de comportamiento que exige el electorado, implica el riesgo de “luego ver caminando por las calles hablando solos, a aquellos que traicionaron los principios de la institución que los formo, y que al final de cuentas, quien les llevó a otros estadios, ni les cumplió, ni les dio nada”.
Algunos de ellos, afirma Ramiro Hernández García, podrán regresar a casa -cual hijos pródigos-, pero eso sí, deberán de formarse al final de la fila, pues la lealtad también tiene sus recompensas.
Es cierto que la necesidad es mucha y que los apoyos de los programas sociales manejados electoreramente despiertan el sentido de conveniencia de los que menos tienen -y de los que más tienen también-, de ahí que como dijera aquél candidato de tres campañas presidenciales: tomen todo lo que les ofrezcan, venga de donde venga, pero voten por “ya saben quien”.
La reflexión, la concientización, el análisis de perfiles y la entrega del voto razonado se ha convertido en un imperativo que deberá de ejecutarse el próximo 6 de junio, “so pena de permitir que los que salieron buenos para criticar pero malos para gobernar -los que mal gobiernan hoy-, continúen haciendo de las suyas”, como señaló Alejandro Moreno Cárdenas.
APUNTE
No hay encuesta que nos pueda revelar con toda certeza (porque son herramientas metodológicas) y los votantes somos seres humanos dotados de una pasión que puede llevarnos a cambiar de opinión en el último segundo antes de entregar el voto, de ahí la trascendencia de la comparación, de la verificación de resultados, porque si una cosa es clara -hoy y siempre-, es que a los políticos se les debe de medir por sus resultados, no por sus discursos, diatribas o excusas.
En fin, la semana próxima pasada resulto aleccionadora en muchos sentidos, pero sobre todo en materia de política y de desarrollo humano, por lo que a todos los candidatos más les vale presentarse de manera humilde con el electorado, escucharles y hablarles de las obras que han realizado -si es que las tienen-, de lo contrario…ahí se ven.
cuauhtemoc.cisneros.madrid@gmail.com