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Se ha ido otro grande: “El hombre del robo”

A temprana edad se despidió de este plano terrenal el gran Rickey Henderson, también conocido como “el rey de las bases robadas”, con tan sólo 65 años de edad.

A lo largo de su extensa carrera de 25 años en las Grandes Ligas, Rickey Henderson dejó una huella imborrable en el beisbol. Fue el líder histórico en carreras anotadas (dos mil 295) y bases robadas (mil 406), hazañas logradas gracias a su velocidad excepcional. Registró tres temporadas con más de 100 bases robadas, incluyendo las 130 estafas de 1982, un récord que sigue vigente. En total, disputó tres mil 081 juegos, con un promedio de bateo de .279, conectó 297 jonrones y remolcó mil 115 carreras.

Henderson defendió los colores de múltiples equipos, entre ellos los Atléticos de Oakland, Yankees de Nueva York, Padres de San Diego, Medias Rojas de Boston, Mets de Nueva York, Dodgers de Los Ángeles, Marineros de Seattle, Angelinos de Anaheim y Azulejos de Toronto. Además, forma parte del prestigioso club de los “tres mil imparables”, con un total de tres mil 055 hits en su trayectoria.

En el plano colectivo, Henderson celebró la conquista de la Serie Mundial en dos ocasiones: en 1989 con los Atléticos de Oakland y en 1993 con los Azulejos de Toronto. De manera individual, fue reconocido como el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1990, tras registrar un promedio de bateo de .325, con 28 jonrones, 61 carreras impulsadas, 119 carreras anotadas y 65 bases robadas.

Entre otros logros destacados, fue nombrado Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de 1989, gracias a su promedio de bateo de .400, con dos jonrones, cinco carreras impulsadas y ocho anotadas. Fue seleccionado en diez ocasiones para el Juego de las Estrellas, obtuvo tres Bates de Plata y un Guante de Oro por su destacada labor defensiva.

Conocido también como “el hombre más rápido del beisbol”, lideró la Liga en bases robadas en 13 temporadas y en carreras anotadas en cinco. Su legado como una de las figuras más emblemáticas en la historia de las Grandes Ligas sigue siendo insuperable.

En una declaración publicada en X (anteriormente Twitter), los Atléticos despidieron a su ídolo: “Rickey Henderson es uno de los mejores jugadores de beisbol de todos los tiempos. Sus logros en el campo hablan por sí mismos, y sus récords permanecerán para siempre en lo más alto de la historia del beisbol. Sin duda, fue el jugador más legendario en la historia de Oakland y dejó una marca indeleble en generaciones de fanáticos de los A’s durante sus 14 temporadas vistiendo el Verde y Oro”.

“Estamos conmocionados y con el corazón roto por su fallecimiento. Su pérdida será sentida no solo por los fanáticos de los A’s, sino también por los aficionados al beisbol en todo el mundo. Toda la organización de los A’s envía sus más sinceras condolencias a la familia y seres queridos de Rickey en este momento”, finalizó la carta.

Su comportamiento tanto al momento de estar en acción o alrededor del juego como en su vida personal fue ejemplar.

Se ha ido, sin duda, uno de los grandes, aunque fue de aquellos que no tuvieron la fortuna, por la época en que lograron su gran desempeño como beisbolistas en la Gran Carpa, de cobrar los altos salarios y obtener las enormes prestaciones que han venido creciendo en los formidables contratos que en los últimos años se han venido firmando en el juego de pelota en la Major League Baseball (MLB). Sin embargo, su huella es indeleble y quedará para siempre en el recuerdo de quienes tuvimos el placer de verlo en plena acción.

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